CONOCIENDO EL ALEGRE SONIDO
La razón por la que muchos cristianos de hoy en día viven en temor y confusión es porque no comprenden el alegre sonido de aclamación del Jubileo. Sí, ellos saben que Jesús murió y resucitó, y que Su sangre tiene poder para salvar, pero todavía no han comprendido el alegre sonido de aclamación de todo lo que Él ha provisto para que puedan vivir en libertad.
“Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte” (Salmos 89:15). La aclamación que hoy escuchamos es la trompeta de Dios proclamando nuestra liberación, a través de la sangre de Jesucristo.
Aquí están las otras bendiciones del alegre sonido de aclamación del Jubileo:
“Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro” (mismo versículo). El significado en hebreo aquí sugiere: “Caminar en alegría, seguro en las promesas de Dios, tranquilo en su presencia”. En simples palabras, no tenemos que caminar en tinieblas o confusión nunca más, porque contemplaremos la luz de Su rostro.
“En tu nombre se alegrará todo el día, y en tu justicia será enaltecido” (verso 16). Sabemos que nuestra propia justicia es como trapos de inmundicia, así que tenemos que cobrar ánimo a través de regocijarnos en Su justicia, que es nuestra solamente por la fe.
“Porque tú eres la gloria de su potencia, y por tu buena voluntad acrecentarás nuestro poder”(verso 17). Sabemos que solamente Cristo es la fuente de toda nuestra fuerza y que no tenemos que vivir más bajo el dominio diablo. Todo lo que tenemos que hacer es mirar la espalda de Satanás, donde veremos la marca del talón de nuestro Salvador. ¡Jesús aplastó a nuestro enemigo!
“Porque Jehová es nuestro escudo, y nuestro rey es el Santo de Israel” (verso 18). Estamos completamente indefensos en nuestra propia carne y tenemos que confiar totalmente en la victoria de la cruz de Jesús. Él nos defiende contra cualquier enemigo.
“Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte” (Salmos 89:15). La aclamación que hoy escuchamos es la trompeta de Dios proclamando nuestra liberación, a través de la sangre de Jesucristo.
Aquí están las otras bendiciones del alegre sonido de aclamación del Jubileo:
“Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro” (mismo versículo). El significado en hebreo aquí sugiere: “Caminar en alegría, seguro en las promesas de Dios, tranquilo en su presencia”. En simples palabras, no tenemos que caminar en tinieblas o confusión nunca más, porque contemplaremos la luz de Su rostro.
“En tu nombre se alegrará todo el día, y en tu justicia será enaltecido” (verso 16). Sabemos que nuestra propia justicia es como trapos de inmundicia, así que tenemos que cobrar ánimo a través de regocijarnos en Su justicia, que es nuestra solamente por la fe.
“Porque tú eres la gloria de su potencia, y por tu buena voluntad acrecentarás nuestro poder”(verso 17). Sabemos que solamente Cristo es la fuente de toda nuestra fuerza y que no tenemos que vivir más bajo el dominio diablo. Todo lo que tenemos que hacer es mirar la espalda de Satanás, donde veremos la marca del talón de nuestro Salvador. ¡Jesús aplastó a nuestro enemigo!
“Porque Jehová es nuestro escudo, y nuestro rey es el Santo de Israel” (verso 18). Estamos completamente indefensos en nuestra propia carne y tenemos que confiar totalmente en la victoria de la cruz de Jesús. Él nos defiende contra cualquier enemigo.