SATANÁS NO TIENE DERECHO PARA MOLESTARLO A USTED O A SU FAMILIA. ¡CONFÍE EN DIOS POR SU LIBERACIÓN!

Dios desata su imponente poder liberador para aquellos que completamente confían en él. Aquellos que “tambalean” en su fe, afanados preocupándose, nunca podrán librarse de la trampa de Satanás.

 

La respuesta es simple, pero aún así muchos de nosotros no lo hacemos. Seguimos viviendo en confusión y miedo, cuando están al alcance de nuestra mano todas las preciosas promesas necesarias para librarnos de las crisis en esta vida. Dios odia nuestra incredulidad, mayormente porque ata sus manos y nos priva de disfrutar su gloriosa provisión. Que sea su prioridad todos los días orar, “Señor, ayuda mi incredulidad. Dame confianza en ti como la de un niño”.

 

NOSOTROS NO PODRÍAMOS CONTINUAR AQUÍ EN LA CIUDAD DE NUEVA YORK SIN TENER UNA CONFIANZA COMPLETA EN EL SEÑOR. Los problemas son muy abrumadores. Millones de personas están viviendo juntos apretados. La ciudad está desenfrenada con violencia, drogas, asesinatos, homicidios, un nuevo brote de TB que es trasmitido en el aire, la plaga del SIDA.

 

Nuestros trabajadores que ministran cada día a los enfermos de la calle, y a aquellos sin casa que tienen estas enfermedades, no están temerosos. Ellos confían que el Señor los protegerá y los fortalecerá en este trabajo.

 

Yo le agradezco a Dios por permitirnos ser sus canales para levantar una iglesia pujante en Broadway, con miles de vidas siendo tocadas. Pero nosotros no vinimos a Nueva York simplemente a construir una iglesia. Vinimos a hacer lo que Jesús hubiese hecho: ministrar a los pobres, los hambrientos, los sin techo, los adictos, los peores pecadores.

 

Nos regocijamos que Dios nos ha capacitado para traer el evangelio de redención a muchos que antes se los consideraba sin esperanza según opinión humana. Un pequeño ejército ya ha sido salvado de las calles, y cada día, más y más están siendo rescatados.

 

DIOS ESTÁ PROBANDO QUE SU PODER ESTÁ POR ENCIMA DE TODAS LAS FUERZAS DESTRUCTORAS DEL INFIERNO. Y él le mostrará a usted su poder para ayudarlo también en la prueba que usted está enfrentando. ¡Amén!