UN POCO DE LEVADURA

Pabló le preguntó a la iglesia en Galacia: “Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta persuasión no procede de aquel que os llama. Un poco de levadura leuda toda la masa” (Gálatas 5:7-9).

Aquí Pablo se refiere a una posición en la mente, una creencia doctrinal o un punto teológico. Él está preguntando: “¿Qué es lo que te está impidiendo seguir adelante a la plena bendición de Cristo? ¡Durante un tiempo ibas tan bien! Sé que ustedes son un pueblo de oración y trabajan diligentemente en las buenas obras, pero algo anda mal. Ya no los veo crecer. En lugar de ello, han vuelto atrás, a confiar en la carne. Ya no siento el dulce aroma de Cristo que una vez tuvieron. Su seguridad, su claridad y su visión se han ido. Algo les está estorbando.

“¿Que puede haberles persuadido a conformarse con esta condición? Sea lo que sea, les digo que no es de Dios. De hecho, siento que hay levadura en ustedes, como si hubieran cedido sus principios. Algo los está nublando, algo a lo que ustedes podrían estar aferrándose. Y esto está haciendo que el Señor tenga una controversia con ustedes. Díganme, ¿qué es?”

Conozco a muchos cristianos, hoy en día que una vez fueron usados poderosamente por Dios. Estas personas eran santos consagrados, que creían y oraban. Pero entonces, algo les pasó, que de alguna manera, hizo que fueran estorbados de experimentar la plenitud de la bendición de Cristo.

Esto incluye a muchos ministros que conozco. Estos hombres vieron victoria tras victoria en su caminar con el Señor. Pero algo entró en sus vidas sigilosamente, algún compromiso; y al pasar el tiempo hicieron las paces con ello. A menudo esa levadura que estorba era un solo pecado que acechante.

A todas esas personas, Pablo les pregunta: “¿Qué te paso? ¿Qué está estorbando el fluir de la bendición de Cristo en tu vida? ¿Qué levadura ha entrado sigilosamente?”

Pablo finalizó este pasaje, con la siguiente advertencia a los gálatas: “Un poco de levadura leuda toda la masa” (Gálatas 5:9).