VIVIENDO EN EL FAVOR DE DIOS

Dios promete un maravilloso favor al creyente intachable. "Guarda mis mandamientos... No te apartes de la misericordia y la verdad; átalas alrededor de tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón. Así contarás con el favor de Dios, y con una buena opinión ante los hombres." (Proverbios 3:1-4). Dios está diciendo que si usted fija su mirada en caminar intachablemente delante de Él, usted andará en su favor y lo agradará a Él.

Pero eso no es todo. ¡El favor de Dios también incluye poder! Pablo dijo: "Pues nuestro evangelio no llegó a ustedes solamente en palabras, sino también en poder, en el Espíritu Santo y con plena convicción." (1 Tesalonicenses 1:5) Su favor trae el poder del Espíritu Santo a todo lo que usted dice y hace. Sus palabras no caerán al suelo porque tendrán el poder del Espíritu Santo.

Pablo exclamó aquellas palabras llenas del poder del Espíritu Santo y las cuales producen grandes resultados: "Ustedes se hicieron imitadores nuestros y del Señor cuando, a pesar de mucho sufrimiento, recibieron el mensaje con la alegría que infunde el Espíritu Santo." (1:6).

¿Por qué fueron las palabras de Pablo tan poderosas y efectivas? Porque dijo, "[Nosotros] nos hicimos ejemplo a todos. . . los que creen" (v. 7). No fue la predicación de Pablo ni su oración lo que ganó personas para El Señor. ¡Fue su vida ejemplar! Dios había encontrado en Pablo un corazón limpio que ¡Él podría favorecer con el poder del Espíritu Santo!

El favor divino de Dios también trae gran estima entre los hombres. Sobre David está escrito que: "David se comportó con más sabiduría que todos los siervos de Saúl, por lo que su nombre se hizo sumamente estimado." (1 Samuel 18:30).

¡Al hombre que protege el nombre de Jesús con una vida santa delante de los demás Dios mismo le dará un buen nombre ante ellos!

Algunos cristianos dicen, "No me preocupa mi nombre. No me importa lo que la gente piense de mí. Yo sólo quiero ser un desconocido, un don nadie y dejar que el Señor reciba toda la gloria." Eso puede parecer humilde, pero de acuerdo con la Escritura,"Vale más la buena fama que las muchas riquezas, y más que oro y plata, la buena reputación." (Proverbios 22:1). ¡Dios da a los justos un buen nombre para que lo puedan utilizar para glorificarlo en mayor medida!