CANTA Y REGOCÍJATE

Hay tantas malas noticias, tanta división y distorsión en todos lados. Los reportes de depravación, de terror, de odio y la agitación política parecen sobrecargar nuestros sentidos.
En medio de esta agitación y desorden, yo oigo la Palabra de Dios que me dice que me regocije grandemente y me alegre.  
“Regocíjense los santos por su gloria, y canten aun sobre sus camas” (Salmos 149:5).
¿Cuándo fue la última vez que cantaste con alegría, en voz alta en tu cama, antes de retirarte?
“Alégrese Israel en su Hacedor; los hijos de Sion se gocen en su Rey” (Salmos 149:2).
Cuando puedes cantar y regocijarte en un momento de gran agitación, realmente posees fe.
NO PIERDAS TU PAZ
Si escuchamos a los llamados expertos en los medios de comunicación, podríamos abrirnos a un espíritu de ansiedad e ira. Podríamos quedar atrapados en asuntos que no son eternos, sino que pronto pasarán. Me niego a ser atrapado en la presente furia política. Iré a la cabina de votación y echaré mi voto, no de acuerdo a mis sentimientos, sino en base a la verdad bíblica. Voy a votar con calma, sin perder mi paz o mi amor por la humanidad perdida
Por encima de todo, obedeceré la Palabra eterna de Dios y me gozaré y alegraré, sin importar cuán feroces sean las tormentas alrededor de mí. Se nos dice que cantemos y nos regocijemos; y debemos hacerlo, sabiendo que nuestro Dios ha prometido guiarnos y protegernos a través de todo ello.
“Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás” (Salmos 32:7).