UNA REVELACIÓN DE LA NATURALEZA DE DIOS

¿Cómo pudo tal hombre de oración, como Jonás, alejarse de su llamado y caer en desobediencia? Comienza con un conocimiento parcial e incompleto de la naturaleza de Dios.

A Jonás se le dio una revelación poderosa de la gracia y misericordia de Dios. Él testificó: "Porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal" (Jonás 4:2).

Jonás afirmó que esta revelación fue la razón que le hizo huir: "Por eso me apresuré a huir a Tarsis" (4:2). Por sus acciones, él estaba diciendo: "Señor, tú perdonas tan fácilmente a todos los que se arrepienten. Cada vez que pronuncias juicio, eres vencido por la misericordia. Yo sé que no vas a juzgar a Nínive. Tan pronto profetice, se arrepentirán y derramarás Tu gracia sobre ellos".

¿Ves el problema en el razonamiento de Jonás? Él está describiendo sólo una revelación parcial de la naturaleza de Dios. Y está acusando a Dios de ser suave con el pecado. Por supuesto, Dios es todo lo que Jonás describe aquí: Paciente, dispuesto a perdonar, listo para derramar Su gracia abundante. Agradezco a Dios por esta revelación maravillosa de Su naturaleza. Ha sido la verdad más vivificante que he alguna vez conocí. Me gusta predicar sobre la misericordia al pueblo de Dios.

Pero la Biblia también habla de la naturaleza santa, justa de Dios. “La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad" (Romanos 1:18). Ciertamente Jonás conocía este lado de Dios. ¿Cómo podría descuidarlo?

Creo que Jonás no tenía ningún entendimiento del temor de Dios. Si sólo piensas en Dios como misericordioso, te será fácil desobedecer Su Palabra. Creerás que Él considera Sus advertencias ligeramente, que no quiere decir lo que dice. Creo que ésta fue la raíz de la desobediencia de Jonás.

Dicho temor ha de ser buscado con diligencia. Y debe ser implantado en nosotros por el Espíritu Santo: "Si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios" (Proverbios 2:4-5). Al igual que la misericordia de Dios, el temor de Dios es dador de vida: "El temor de Jehová es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte" (Proverbios 14:27).