NO HAY TIEMPO PARA RELAJARSE

Algunos de los que están leyendo este devocional han tomado unas vacaciones de “pelear la buena batalla”. Tienes el corazón cansado y te has dicho a ti mismo: “¡Tengo que ir más despacio o voy a colapsar! No voy a amar menos al Señor y voy a permanecer fiel, pero tengo que seguir mi corazón y mi corazón me está diciendo que me relaje”.

¡Amado, es el peor momento para relajarse! Relajarse espiritualmente o aflojar es la etapa final en la trampa del diablo, estás eligiendo la medianoche para ir de vacaciones. “Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.” (Romanos 13:11-12).

Si la noche estaba muy avanzada y el día del Señor estaba cerca cuando esto fue escrito, entonces ¡Cuánto más cerca debe estar ahora! No puede haber relajo en estos últimos días de guerra. “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe” (1 Pedro 5:8-9). Satanás no se relajará, sino que redoblará sus esfuerzos. ¡No nos atrevamos a dormir!

A través de todo el Nuevo Testamento, Dios nos llama a estar despiertos, velar, estar atentos, y ponernos toda la armadura de Dios. No debemos dormir como los demás, sino que tenemos que estar esperando y apresurando el día del Señor.

Relájate en esta guerra, y estás muerto. Relájate, y caerás en la trampa del diablo. ¡Esa llamada a relajarte viene del mismo infierno! Es el canto de sirena de Satanás mismo. ¡Alerta, porque ya es hora de despertar!

“Guárdame de los lazos que me han tendido, y de las trampas de los que hacen iniquidad” (Salmo 141:9).