UN ESPECIAL TESORO

En Números 13 y 14, nosotros observamos que Israel ha enviado a doce espías a buscar la Tierra Prometida. Cuando estos espías regresan después de cuarenta días, ,ellos plantaron tres mentiras en los corazones del pueblo de Dios:
  1. “No podemos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.” 
  2. “Las ciudades tienen murallas muy altas. No podemos penetrar en ellas." 
  3. “Hay gigantes en esa tierra. No podemos igualarlos. ¡Estamos acabados!” 

Estas mentiras se apoderaron del corazón de Israel y el pueblo padeció una noche de desalentadora: “Entonces toda la congregación gritó y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche.” (Números 14:1). ¿ Puede usted imaginarse esta escena? Medite en cómo todo esto pudo haber sonado. Más de dos millones de personas estuvieron sollozando, gimiendo, de luto, enfocándose por completo en sus debilidades e incapacidades. Estos gemidos de incredulidad bombardiaron el cielo.

Amado, observe bien esta escena y se podrá ver a usted mismo en ella. ¿Ha pasado usted por una noche como esa donde gime y solloza por las mentiras demoniacas que fueron plantadas en su espíritu? Usted pudo haber clamado a Dios, “Ya tenía suficiente - no puedo aguantar nada más. Esta prueba es demasiado para mí. Estas ataduras nunca se romperán. Nunca lo lograré. He perdido al batalla.”

El diablo bombardea al pueblo de Dios con estas tres mentiras: “Tus tentaciones son muy numerosas. Tu lujuria es demasiado abrumadora. Eres demasiado débil para resistir las fuerzas que vienen en contra tuya.”

La Palabra que Dios le dio a Israel es también para nosotros hoy en día: “Ahora, pues, si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra.” (Éxodo 19:5).

“Porque eres pueblo santo a Jehová, tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único entre todos los pueblos que están sobre la tierra. (Deuteronomio 14:2).