EL NOS SACÓ PARA INTRODUCIRNOS

Antes de la cruz, no había acceso a Dios para el público en general; sólo el sumo sacerdote podía entrar al Lugar Santísimo. Ahora, la cruz de Jesús abrió un camino para nosotros a la presencia del Padre. Sólo por su gracia, Dios derrumbó la pared que nos mantenía fuera de su presencia. Ahora él podía salir hacia los hombres, para abrazar a sus pródigos y a pecadores de toda clase.

Considere la milagrosa liberación de Israel. Mientras el pueblo de Dios cruzaba sobre tierra seca, ellos vieron las olas que cayeron sobre sus enemigos que venían detrás de ellos. Fue un momento glorioso, y ellos se reunieron para alabar grandemente, con danzas, cantos y acción de gracias. “¡Somos libres! Dios nos ha librado de la mano de opresión”.

La historia de Israel representa nuestra propia liberación de la esclavitud y de la culpa del pecado. Sabemos que Satanás fue derrotado en la cruz, y que inmediatamente fuimos hecho libres de su puño de hierro. Pero hay más en el propósito de Dios al salvarnos y liberarnos. Vea usted, la intención de Dios nunca fue que Israel acampara allí y se quedara en el lado victorioso del Mar Rojo. Su propósito más grande en sacarlos de Egipto era el de llevarlos a Canaán, la tierra de abundancia. En Corto, él los sacó para poder introducirlos: en su corazón, en su amor. El quería un pueblo que fuese totalmente dependiente de su misericordia, gracia y amor. Y lo mismo todavía continúa siendo verdad para su pueblo de hoy día.

La primera prueba de Israel vino unos días más tarde, y ellos terminaron murmurando y quejándose, completamente insatisfechos. ¿Por qué? Ellos habían conocido la liberación de Dios, pero no habían aprendido sobre su gran amor por ellos.

Aquí está la llave para esta enseñanza: Usted no puede entrar al gozo y a la paz – y es más, usted no puede saber cómo servir al Señor – hasta que usted vea el deleite de él en su liberarlo… hasta que usted vea el gozo de su corazón cuando tiene comunión con usted…hasta que usted vea que cada pared ha sido removida por la cruz…hasta que usted conozca que todo en su pasado ha sido juzgado y borrado. Dios dice, “¡Yo quiero que sigas avanzando, hacia la plenitud que te aguarda en mi presencia!”

Multitudes hoy día se regocijan en los maravillosos beneficios de la cruz. Han salido de Egipto, y están en “el lado victorioso” de la prueba del Mar Rojo. Ellos disfrutan de la libertad, y agradecen a Dios continuamente por haber echado a sus opresores al mar. Pero muchos de estos mismos creyentes pierden el gran propósito y beneficio de Dios para ellos. Pasan por alto el por qué Dios los sacó – lo cual fue para introducirlos en él.