UNA PALABRA MÁS

Recientemente me sentí dirigido a enviar un mensaje URGENTE advirtiendo de una gran calamidad inminente – la cual causará que aún los elegidos de Dios tiemblen.

Un Obispo preguntó, “¿No hay una palabra más?: ¿Cómo deberían de responder los justos a tal palabra?”

Yo sólo puedo responder compartiendo lo que el Espíritu Santo está hablando a mi propio corazón, y lo que yo voy a hacer. Yo compartí que iba a guardar suministros de alimentos que me duren un mes – porque he sido testigo del pánico que viene con el terrorismo. Esa es una palabra personal para cada individuo.

Esto es lo que escucho decir al Espíritu Santo a mi corazón concerniente a mi reacción a la calamidad inminente. Es simplemente ésta – QUÉDATE FIRME Y VERÁS LA SALVACIÓN DEL SEÑOR.

“Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros… Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos” (Éxodo 14: 13-14).

Esta es la actitud de fe cuando enfrentamos la calamidad. ¿Qué podría haber hecho Israel al borde del Mar Rojo? El ejército de Faraón está avanzando contra ellos, las montañas están a ambos lados, y frente a ellos está un mar imposible. La carne grita, “¡Haz algo!”

La carne grita sin esperanza. ¿Puede el pueblo de Dios secar el mar? ¿Aplanar una montaña? ¿Pelear contra un gran ejército sin tener armas? Ellos están en lo que parece ser una situación espantosa y aterradora. El pueblo de Dios tiembla – y en esa hora de temblar, viene una palabra del Señor. En esencia:

Quédate firme. No temas. Esta es la hora de salvación. Vas a ser testigo del derrumbamiento de los cimientos de un poder mundial. Pero en esa misma hora, Yo pelearé por ti. Mantén tu paz – quédate firme y mira lo que hago.”

Amados, mi advertencia es sólo una voz entre tantas que están diciendo lo mismo. Puede que temblemos por un tiempo, pero aquellos que realmente conocen la Palabra de Dios serán rápidamente consolados por el Espíritu Santo. Seremos bautizados con una gran paz – una tranquilidad sobrenatural – la cual será un tremendo testimonio para multitudes con miedo.

En Cristo,
David Wilkerson