LLEGANDO A CONOCER AL PADRE
Yo creo que nuestros hijos en este mundo llegan a conocer nuestra naturaleza y carácter hacia ellos, mayormente durante sus tiempos de crisis. Cuando ellos se encuentran en medio del dolor, sufrimiento o necesidad, ellos reconocen nuestro profundo cuidado y provisión para ellos. Cuando mis hijos estaban creciendo, yo nunca tuve que enseñarles cómo era yo. Yo nunca tuve que decirles, “Yo soy tu padre – soy paciente, bondadoso, lleno de misericordia y de amor hacia ti. Tengo un corazón tierno para contigo, listo para perdonarte a cada momento.” Hubiera sido absurdo el hacer esa clase de proclamación. ¿Por qué? Mis hijos aprendieron sobre mi amor por ellos durante sus experiencias de crisis. Y ahora que están casados y con sus propios hijos, mis hijos e hijas me están conociendo a través de un conjunto de experiencias completamente nuevas. Ellos están aprendiendo aún más sobre mí debido a mis actitudes y mis acciones hacia ellos durante este nuevo periodo de necesidades en sus vidas.
Y así es con nosotros, en llegar a conocer a nuestro Padre celestial. Desde el tiempo de Adán, hasta la cruz de Cristo, el Señor le dio a su pueblo una revelación que aumentaba continuamente sobre su carácter. Pero él no hizo esto simplemente proclamando quién era él. Él no trató de revelarse anunciando, “Los siguientes nombres describen mi naturaleza. Ahora, vayan y apréndanlos y descubrirán quién soy yo.”
Las expresiones Hebreas (nombres) verdaderamente describen las maravillosas glorias y provisiones que están dentro del nombre del Señor. Pero Dios reveló a su pueblo estos aspectos de su naturaleza, actualmente haciendo por ellos lo que él había proclamado ser. Él vio la necesidad de sus hijos, conocía de antemano las estrategias del enemigo contra ellos, e intervino sobrenaturalmente a favor de ellos.
Yo le insto a que llegue a conocer a su Padre celestial, despacio, con propósito, al nivel del corazón. Pídale al Espíritu Santo que le haga acuerdo de las muchas facetas de provisiones del cielo que Dios le ha dado durante sus momentos de necesidad. Entonces pídale al Espíritu que edifique en usted un verdadero conocimiento en su corazón de YO SOY – el Dios que es todo lo que usted necesita, en todo tiempo.
Y así es con nosotros, en llegar a conocer a nuestro Padre celestial. Desde el tiempo de Adán, hasta la cruz de Cristo, el Señor le dio a su pueblo una revelación que aumentaba continuamente sobre su carácter. Pero él no hizo esto simplemente proclamando quién era él. Él no trató de revelarse anunciando, “Los siguientes nombres describen mi naturaleza. Ahora, vayan y apréndanlos y descubrirán quién soy yo.”
Las expresiones Hebreas (nombres) verdaderamente describen las maravillosas glorias y provisiones que están dentro del nombre del Señor. Pero Dios reveló a su pueblo estos aspectos de su naturaleza, actualmente haciendo por ellos lo que él había proclamado ser. Él vio la necesidad de sus hijos, conocía de antemano las estrategias del enemigo contra ellos, e intervino sobrenaturalmente a favor de ellos.
Yo le insto a que llegue a conocer a su Padre celestial, despacio, con propósito, al nivel del corazón. Pídale al Espíritu Santo que le haga acuerdo de las muchas facetas de provisiones del cielo que Dios le ha dado durante sus momentos de necesidad. Entonces pídale al Espíritu que edifique en usted un verdadero conocimiento en su corazón de YO SOY – el Dios que es todo lo que usted necesita, en todo tiempo.