TU PALABRA DE LIBERACIÓN

La Escritura dice que durante el tiempo en el que Elías estuvo en la cueva, huyendo de Jezabel, “un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento” (1 Reyes19:11). Dios no estaba en ese mensaje.

“Y tras el viento [vino] un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto” (19:11). ¿Esperas oír una ardiente palabra? “Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego”. (19:12).

Dios sabe exactamente el tipo de palabra que necesitas oír cuando estás golpeado y herido. Y no es una palabra de condenación, ni una palabra dura, ni un sermón al rojo vivo. Creo que el Señor nos está diciendo en este pasaje: “Cuando estas doblegado por tus pruebas, no te trataré duramente”. No, Elías necesitaba oír una voz sueva, apacible: “Y tras el fuego un silbo apacible y delicado” (1 Reyes 9:12). Algunos manuscritos traducen esta frase como “un soplo apacible”, queriendo decir “una brisa sueva, refrescante”.

Esa misma voz apacible y quieta, viene del corazón del Padre hoy. Y su mensaje es el mismo: “[Vosotros] habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo” (Santiago 5:11).

“Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen...Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen” (Salmo 103:8-11,13).

Aquí tienes tu palabra de liberación: ¡Levántate y confía! El tiempo ha llegado de creer que Jesús está contigo en tu tormenta. Él te dará la fuerza para sobrellevarla.

No creas la mentira de que serás aplastado. El diablo no vencerá. El Señor ha dicho, “No importa cuán herido te sientas, no permitiré que seas quebrado. No permitiré que el fuego se apague. Mi Espíritu va a soplar las ascuas y tu llama por Mí, volverá otra vez”.