EL ESPÍRITU DE ANARQUÍA

“Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad” (2 Tesalonicenses 2:7).

La palabra griega que Pablo usa para “iniquidad” en este pasaje, significa literalmente, "anarquía". Por lo tanto, es un misterio de anarquía, actuar sin restricción o ley.

Sin embargo, esta anarquía no es simplemente una rebelión contra el gobierno del hombre. No se trata de una rebelión contra la autoridad civil o cometer algún crimen violento. Estas cosas sí provocan la ira de Dios, pero el misterio de iniquidad es mucho más profundo. Es un rechazo total de la verdad que está en Cristo, un rechazo a la Santa Palabra de Dios y a Sus mandamientos.

Este espíritu de anarquía está muy extendido en nuestra nación hoy en día. Es el poder detrás de la ley que busca eliminar a Dios de nuestra sociedad; el mismo espíritu que Satanás utilizó para engañar a Eva cuando le dijo, en tantas palabras: "Dios no te castigará por desobedecer. ¡Tú puedes comer el fruto y no tendrás que pagar por ello!"

Satanás está usando hoy, esta misma mentira: día tras día, convence a las masas de creyentes de que pueden pecar sin pagar ninguna penalidad. Es una artimaña demoníaca para pervertir el Evangelio de la gracia de Cristo.
Trágicamente, muchos cristianos tibios están sucumbiendo a este espíritu de anarquía. Pablo dice que el Anticristo llegará al poder porque la gente estará cegada y engañada por su propio pecado (ver 2 Tesalonicenses 2:9-10).

Satanás engañará a las masas de personas, como lo hizo con Eva, convenciéndolas de una sutil pero poderosa mentira: "¡Dios no castiga por el pecado!"

Pablo dice que este engaño vendrá "por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos" (versículo 10). Luego añade: "Por esto [motivo] Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira" (versículo 11).

El apóstol está diciendo: "Aquellos que se niegan a obedecer o respetar la Palabra de Dios caerán bajo un poder engañoso. Al principio, le sonreirán a su pecado y lo justificarán. Pero pronto, buscarán activamente un mensaje de gracia fácil. De hecho, inventarán una gracia que está muy alejada de lo que Dios pretendió. ¡Su gracia nunca conduce al libertinaje y siempre lleva al arrepentimiento!".