GENUINOS A LOS OJOS DE DIOS by Gary Wilkerson

Algunos cristianos buscan dirección para las decisiones diarias más pequeñas. Si quieres saber qué marca de pasta de dientes, Dios te diría: "Sólo asegúrate de cepillarte todos los días". Hay ciertas cosas para las que no necesitamos Su orientación explícita, porque ya sabemos que debemos hacerlas al leer Su Palabra.

Hace poco, estuve en Turquía, cerca de la frontera con Irak, orando acerca de cómo “World Challenge” podría ayudar en la crisis de los refugiados. La gente estaba huyendo de la persecución violenta de ISIS e inundando el área, pero la ONU no estaba presente para traer orden. La necesidad era abrumadora, a medida que personas desesperadas venían sólo con la ropa que traían puesta. Hablé con un jovencito que había visto a sus padres volar por una mina terrestre de ISIS. No podía imaginar el trauma que este niño había atravesado.

En el vuelo a casa, oré: "Señor, ¿quisieras que “World Challenge” provea ayuda aquí?" Inmediatamente sentí una convicción santa que surgió a través de mí, diciendo: "¿Por qué estás orando acerca de esto? ¡Tú sabes ayudar!" Me di cuenta: "Por supuesto, “World Challenge” debe estar aquí. Tenemos la esperanza del Evangelio y vamos a orar para recibir los recursos de Dios para ayudar. Ese ha sido siempre el ADN de este ministerio. ¿Alimentar a los hambrientos? ¿Llevar consuelo a los que sufren? ¿Hacer una diferencia en la vida de un huérfano? ¿Por qué necesito orar? ¡Hagámoslo!"

"Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí" (Mateo 25:35-36). No te equivoques, yo creo en la oración para recibir dirección. Pero, debido a que somos ovejas de Dios y conocemos Su voz, hay ciertas cosas que sabemos hacer. Una de ellas es la siguiente: " La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo" (Santiago 1:27).