BUSCANDO UNA VISION DE PARTE DE DIOS by Gary Wilkerson

En Hageo 2:15-16, el pueblo de Israel estaba teniendo dificultad para construir su edificio. Su clamor era, “venían al montón de veinte efas, y sólo había diez; venían al lagar para sacar cincuenta cántaros, y sólo había veinte.”

¿Acaso esto describe su propia vida o su llamado? Usted necesita ciertas “porciones” para lograr lo que Dios le ha puesto frente a usted pero solamente puede lograr parte de esto. Usted tiene la esperanza de recibir cierta porción pero usted solamente puede recibir una pequeña.

Dios tiene un mensaje para usted: Él quiere suplir todo lo que no podemos alcanzar nosotros mismos. Inclusive Jesús nos dice que el Padre anhela duplicar nuestra cosecha. En Juan 4:35 nosotros vemos a Jesús y a sus discípulos caminando cerca de la cosecha. Él señala los campos y les dice a Sus seguidores, “¿No decís vosotros: “Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega”? Yo os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.”

Los discípulos se quedaron perplejos. Ellos vieron que las plantas estaban solamente a la mitad de su crecimiento y pensaron, “cualquiera con sentido común puede observar que estos campos están casi listos para la cosecha.” Pero Jesús estaba hablando acerca de la cosecha de almas para el reino de Dios.

La lección de la cosecha tiene un significado aún más amplio en nuestras vidas. Para nosotros, todo tiene que ver con los propósitos del reino de Dios. Jesús nos está diciendo, “Tú no tienes que esperar cuatro meses para vencer tu pecado o para tener una pasión ardiente hacia mí. Ahora mismo, yo te he puesto todas esas cosas a tu disposición. Para ti es imposible hacerlo en tus propias fuerzas y habilidad, pero yo estoy produciendo todas estas cosas y no pueden haber excusas entre aquellos que me siguen.”

Yo tengo una pregunta para cada estudiante o profesionista que está leyendo esto. ¿Usted se pregunta a sí mismo, “me esperaré hasta graduarme para dejar de tomar alcohol”? Tal vez usted dice, “me esperaré hasta que sea más viejo para comprometerme con alguien y casarme” o “yo solamente quiero probar un poquito más del mundo antes de darle todo a Jesús.”

La lección de Jesús acerca de la cosecha nos habla a todos quienes le seguimos: “Hoy es el tiempo.” Esta lección menciona toda excusa humana: “No hay ninguna espera en Mi reino. Si tú esperas cuatro meses, la cosecha se pasará de largo. No permitas que ninguna excusa te desvíe. En mi reino, hoy es el día. Hoy es Mi tiempo para que Mi llamado sea cumplido en ti.”

Si esto es verdadero le ofrezco un reto. Escriba su excusa en una hoja de papel y léala por última vez. Posteriormente tire la hoja a la basura y diga, “Dejo esta excusa. No tendré más excusas. Jesús dice que Su cosecha en mi vida es madura ahora mismo.”