EXPRESANDO LA TOTALIDAD DE CRISTO
Estamos injertados como una rama en Cristo, el cual es la vid (Romanos 11:17-19). El mismo poder que está en Él, nos habilita. El mismo Espíritu que lo vivifica, nos vivifica. El mismo lugar donde Él se sienta a la diestra de Dios, es el mismo lugar donde estamos por fe en el Espíritu. ¿Cómo sabemos que nuestros pecados son perdonados? ¡Sólo por fe! Debemos creer lo que Dios dice, y cuando lo hacemos, una gran paz en la mente se nos es dada.
Igualmente es con su poder. Debemos aceptar lo que Dios dice, ¡que su poder ahora actúa en nosotros, haciendo que queramos y hagamos por su buena voluntad! Y sólo podemos apropiarnos de este poder por fe. Debemos enfrentar nuestras debilidades con fe en que Él nos ayudará a hacer lo que ha mandado.
El hombre paralítico que se levantó, caminó y llevó su lecho, es el tipo de creyente que tiene dominio sobre el pecado ¡Qué expresión del poder de Cristo es este hombre! Cuánta esperanza debió haber dado a todos aquellos que se encontraban impotentes y necesitados.
¿No es esto lo que Dios quiere hacer hoy día? ¿No está buscando vencedores que sentarán ejemplo para el mundo, mostrándole a la generación malvada cómo Cristo libera completamente del dominio del pecado? Los pecadores deben de ver creyentes que viven por encima de las lujurias y placeres de este mundo. Hombres que aman a sus esposas y son fieles; esposas que no engañan a sus maridos y son buenas madres y amas de casa; jóvenes que practican la pureza y separación de todo lo que contamina.
Tenemos suficiente radios y televisión del evangelio, y Cristianos afanados sacando provecho para sí mismos. Tenemos suficiente cruzadas, conciertos y reuniones de alcance. Tenemos más que suficientes planes, proyectos, programas, seminarios, libros, grabaciones, revistas y sermones.
No estoy censurando todos estos buenos trabajos. Sin embargo, de lo que no tenemos suficiente, son cristianos que verdaderamente muestren quién es Jesús. Hay una escasez de aquellos de los cuales se pueda decir, “¡Ahí va un cristiano que realmente expresa lo que Jesucristo es! ¡He ahí uno que no tiene nada qué promocionar, nada qué demostrar – sino a Cristo, resucitado y glorificado! ¡Ahí está un hermano, una hermana, que brilla con la belleza y la simpleza de Jesucristo, el Señor! ¡Ahí está uno que tiene lo que yo desearía tener – una realidad que no se puede negar!”
¡Esta debería de ser la única meta en nuestras vidas! Realizar el propósito de Dios – ¡ser un testigo que expresa la plenitud y totalidad de Cristo!