MEJORES AMIGOS

¿A quiénes consideras tus mejores amigos? Lo creas o no, este asunto es de gran interés del Señor porque tus amistades hablan en alta voz, tanto a Dios como al mundo, sobre la condición de tu corazón.

“Señor, ¿qué piensas de mis amistades? ¿Te agradan?” ¿Alguna vez has pensado en hacerle a Dios estas preguntas? El hecho es que un amigo justo puede proporcionar un vínculo a la bendición y el favor de Dios, porque te alienta a llevar un estilo de vida piadoso. Por otro lado, un amigo injusto puede encadenarte a toda clase de mal, conduciéndote a terribles ataduras.

Al usar la palabra “amigo” a lo largo de este mensaje, no me refiero a los miembros de tu familia inmediata. Mi definición de un amigo es alguien con quien estés estrechamente relacionado, en el que tú confías, naturalmente. En resumen, un amigo es alguien con quien uno camina y habla y a quien uno le abre su alma.

Probablemente tengas varios círculos de amigos: un círculo de "negocios", que incluye a tus compañeros de trabajo, socios o clientes; un círculo "social", que incluye a aquéllos con los que te juntas a un nivel superficial. Puedes también tener contacto con conocidos impíos. El apóstol Pablo dice que es imposible evitar este tipo de contactos, de lo contrario, ¡tendríamos que dejar el mundo en su totalidad!

Sin embargo, el círculo que le preocupa más a Dios, es tu círculo íntimo, tus amigos íntimos. Éstas son las personas que más quieres, y que más influyen en tu vida. Son naturalmente atraídos el uno al otro y están de acuerdo en la mayoría de las cosas, de tal forma que se sienten seguros de abrir el uno al otro su corazón.

La Biblia nos dice que no debemos ignorar las maquinaciones de Satanás. Y uno de los ataques más comunes del diablo contra nosotros es traer a nuestro círculo íntimo de amigos, a alguien que está caminando en engaño, un agente del infierno cuya misión es destruirnos. Satanás utiliza especialmente este truco con los cristianos solitarios o compasivos, tratando de convertir la bondad de una persona sin discernimiento, ¡en una afinidad con un espíritu maligno!

“No erréis; las malas conversaciones [compañías] corrompen las buenas costumbres [personas]” (1 Corintios 15:33).