COMPARTIENDO UNA CARTA QUE NUESTRO MINISTERIO RECIBIÓ

“Estimado Pastor David, Hace unos años, mi marido perdió un trabajo que era muy importante para él. Esto fue trágico para él, ya que perdió toda su autoestima y su buen ingreso, y nunca se recuperó. A pesar de que tiene un empleo, su salario actual es menos de la mitad de lo que era. Ahora soy yo, el principal sostén de la familia”.

“Hace unas semanas, estaba buscando algo para leer, cuando el Señor me llevó a una caja de papeles que había guardado. Saqué uno de sus viejos sermones: 'Un lugar llamado “Sin Salida”’. Al leer este mensaje, el Espíritu de Dios me ministró que ahí es exactamente donde yo estoy: ¡Sin salida!”

“Dios me mostró a través de su mensaje que yo me estaba llena de ira contra mi esposo. He estado dependiendo de él, esto es, en la carne. Tengo que volver sólo a Jesús, como mi esperanza, como el único que puede proveerme y sacarme de estos problemas. Ahora sé que mi esposo nunca podrá hacerlo. Y, al leer su mensaje, recibí la seguridad de que Dios está conmigo.

“Aún no ha terminado mi tribulación. Todavía es muy difícil. A veces, cuando miro hacia adelante, veo posibles desastres rodeándonos como a los hijos de Israel. Pero Dios me ha mostrado que he dudado de Su amor por mí y Su fidelidad para proveerme”.

“También me he dado cuenta, como lo ha enseñado, de que he logrado suprimir mis temores y nunca le he dado un golpe mortal a mis dudas. Ahora quiero poner fin a todo eso. Elijo alabar a Dios por amarme y proveerme, aunque todavía no haya visto la provisión”.

Amado, puede que vengan más días malos, pero tienes que venir al lugar en el que puedas decir: “Jesús, echo toda mi ansiedad sobre ti ahora. Soy un heredero de las riquezas de Dios en Cristo Jesús. Y sé que esas riquezas incluyen provisión completa de todas mis necesidades físicas”.

¡Puedes creer y confiar en Dios por ello!