SOMETIDO A LA JUSTICIA DE DIOS
Una cosa que siempre nos roba el gozo y la paz con Dios es nuestro interminable esfuerzo de agradarle en nuestra carne. Nosotros tratamos de agradar al Señor en nuestro poder humano, pero nunca será suficiente; las victorias serán de corta duración y la próxima vez que seamos tentados, caeremos aún más bajo.
Satanás viene y le susurra: -- "¿Qué pasa con ese pecado en el que cayó a ayer? ¡Usted es culpable!"
Usted puede responder: "No, ya he pedido perdón por ello. Y le he pedido a Dios que me impida hacerlo de nuevo. Está todo bajo la sangre."
--"Pero usted todavía está tentado".
"Es verdad. Pero mi Jesús ha hecho preparado una salida para mí. Su Palabra dice que seré capaz de soportar la tentación. Él me librará, porque El prometió que lo haría" (ver 1 Corintios 10:13).
--"Pero Dios todavía tiene algo en su contra. Todavía hay asuntos pendientes en su vida."
Cuando el acusador nos lleva a una "cuestión sin resolver", una guerra que se libra aún dentro de usted, usted puede responder con este pasaje:
"En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos. Pero ahora Dios, a fin de presentarlos santos, intachables e irreprochables delante de él, los ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante su muerte," (Colosenses 1:21-22).
Usted puede decir: "Incluso cuando estaba alienado en mi mente por obras horribles y malvadas, incluso cuando estaba en el hoyo de la lujuria, aun cuando era uno de los peores enemigos de Dios, la Biblia dice que Él me amaba. Él me buscó y me reconcilió consigo mismo; me ha trasladado del reino de las tinieblas a su reino de la luz y me hizo estar en paz con él. ¡Él me ama! "
La Biblia dice que cuando nos esforzamos, estamos "tratando de establecer nuestra propia justicia." "Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios" (Romanos 10:3). ¡Es nuestra carne en acción!
Satanás viene y le susurra: -- "¿Qué pasa con ese pecado en el que cayó a ayer? ¡Usted es culpable!"
Usted puede responder: "No, ya he pedido perdón por ello. Y le he pedido a Dios que me impida hacerlo de nuevo. Está todo bajo la sangre."
--"Pero usted todavía está tentado".
"Es verdad. Pero mi Jesús ha hecho preparado una salida para mí. Su Palabra dice que seré capaz de soportar la tentación. Él me librará, porque El prometió que lo haría" (ver 1 Corintios 10:13).
--"Pero Dios todavía tiene algo en su contra. Todavía hay asuntos pendientes en su vida."
Cuando el acusador nos lleva a una "cuestión sin resolver", una guerra que se libra aún dentro de usted, usted puede responder con este pasaje:
"En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos. Pero ahora Dios, a fin de presentarlos santos, intachables e irreprochables delante de él, los ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante su muerte," (Colosenses 1:21-22).
Usted puede decir: "Incluso cuando estaba alienado en mi mente por obras horribles y malvadas, incluso cuando estaba en el hoyo de la lujuria, aun cuando era uno de los peores enemigos de Dios, la Biblia dice que Él me amaba. Él me buscó y me reconcilió consigo mismo; me ha trasladado del reino de las tinieblas a su reino de la luz y me hizo estar en paz con él. ¡Él me ama! "
La Biblia dice que cuando nos esforzamos, estamos "tratando de establecer nuestra propia justicia." "Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios" (Romanos 10:3). ¡Es nuestra carne en acción!