FIDELIDAD EN LA TORMENTA

Algunos de los que están leyendo este mensaje están atravesando la tormenta de sus vidas.
Los discípulos de Jesús soportaron las poderosas olas dentro de un barco sacudido por la tormenta mientras su Maestro dormía profundamente. Finalmente, cuando la tormenta amenazaba con hundir el barco, ellos clamaron a Jesús, acusándolo de no preocuparse por su destino. “Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?” (Marcos 4:38). Jesús calmó la tormenta, pero se mostró impresionado por la falta de fe de sus discípulos. Él preguntó: “¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?” (4:40).
Ahora mismo puedes estar enfrentando una terrible tormenta en la vida: problemas de dinero, problemas de matrimonio, problemas de trabajo, enemigos que vienen a ti como potentes olas. Un mar de problemas se agita dentro de ti, pero el Señor parece estar durmiendo todo este tiempo. Dime, ¿tu fe ha sido socavada? ¿Está menguando lentamente con cada nueva decepción? Quizás estás clamando en tu corazón: “Dios, ¿no te importa? ¿Dejarás que esta tormenta me derribe?”
Es justamente por un tiempo así, que Jesús habló estas asombrosas palabras: “¿Y acaso Dios no hará justicia (protegerá) a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lucas 18:7-8).
Observa la pregunta de Jesús aquí: “¿Hallará fe en su pueblo mientras soportan días de oscuridad y opresión?” En los últimos años me he preguntado si Jesús haría tal pregunta hoy. Durante décadas, multitudes de personas han estado acudiendo a iglesias. Pero lo que Jesús realmente está preguntando es: “¿La fe de éstos resistirá cuando lleguen las tempestuosas tormentas?” Nuestros problemas pueden elevarse tanto y el estremecimiento de las naciones puede llegar tan rápidamente, que algunos perderán la esperanza y se rendirán. Te pregunto: “¿Te hallará Jesús, fiel en tu hora de tormenta?”