VOLVIÉNDONOS “PERSEVERANTES”

¿Por qué algunas personas pareciera que simplemente flotaran a través de la vida? Parece que nunca sufrieran en absoluto. Todo lo que tocan prospera y siempre se ven alegres, como si no tuvieran problemas en el mundo.
Puedes preguntarte cómo podría ser eso posible. De hecho, al mirar a tales cristianos, te preguntarás: “¿Qué me pasa? ¿Por qué he tenido que soportar una dificultad tras otra desde que le entregué mi todo a Jesús? Cuando estaba frío y tibio en la fe, todo estaba bien. No sabía que existieran semejantes dificultades hasta que decidí seguir en serio a Dios”.
Tu respuesta está contenida en este versículo: “Después de haber sido iluminados” (Hebreos 10:32), queriendo decir: “Después de que vieras la luz”. Así fue después de que abriste tu vida a Jesús y fuiste inundado con Su luz, que tu gran lucha de aflicciones comenzó.
Satanás nos ataca según la medida de luz que recibimos y en la que caminamos. Aquellos que caminan en un pequeño rayo de luz no son una amenaza para el reino del diablo. Él apunta su “gran lucha con sufrimientos” a aquellos que aman la luz con todo su corazón, que abrazan todo lo que Cristo tiene para ellos (ver Hebreos 10:32).
Tales santos no tienen parte en la oscuridad. Ellos se han asido de una fe que los ha convertido en “perseverantes”, soldados que no retroceden, ¡sino que caminan con plena certeza de fe!
“Así que no pierdan la confianza, porque esta será grandemente recompensada. Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido” (Hebreos 10:35-36, NVI).