LA PROVISIÓN DE NUESTRO PADRE

Nunca en mi vida había hablado con tantas personas asustadas como lo hice en los últimos tres meses. ¡América está absolutamente aterrorizada!

Constructores, profesionales de Wall Street, minoristas, ejecutivos, abogados, propietarios de pequeñas empresas están diciendo lo mismo: “Esta peor de lo que la mayoría de la gente piensa. Y se va a poner aun peor. Estamos en una carrera hacia tiempos muy duros”.

A nadie le gusta escuchar este tipo de noticias, de hecho, puede ser muy deprimente. Pero los puritanos tenían un dicho: "Nuestros afectos sobornan a nuestro discernimiento". Nos gusta vivir en América y nos gusta nuestra forma de vida, pero si no nos enfrentamos a la verdad de que tiempos difíciles están viniendo sobre nuestras naciones y de hecho, están sobre nosotros, nunca vamos a tener la confianza que vamos a necesitar.

Tenga la seguridad de que nada está tomando a Jesús por sorpresa. Él ve todo lo que va a venir. El que ha contado los cabellos de la cabeza de cada persona y ha contado cada gorrión caído, sabe de antemano lo que sus seguidores enfrentarán en los últimos días.

Él sabe a donde va a ir cada dólar en el presupuesto federal y Él sabe que su arriendo y los impuestos están aumentando. El sabe de cada despido laboral al que Sus hijos se están enfrentando y sabe todo acerca de sus cuentas por pagar. Él sabe que usted tiene hijos y cuantos son. No hay una sola cosa que nuestro bendito Salvador no supiera cuando nos dijo muy específicamente en Mateo 6:25-33: "Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades"

Usted se pregunta cómo un cristiano necesitado puede no pensar en su estado físico, yo le digo que no podemos rehuir la promesa que Jesús nos dio, Sus palabras son eternas: "Yo os digo..." De hecho, usted puede tomar esas mismas palabras delante del trono de Dios y decir a Jesús: "Estas son las palabras en letras rojas: ‘¡Yo digo que no pienses en tus necesidades!’"

No importa cuántos bancos quiebran o que tanto crecen las filas de desempleados, ¡nuestro Señor alimentará a las aves del cielo, vestirá los lirios del campo y proveerá para las necesidades diarias de un océano lleno de peces! "Vuestro Padre celestial los alimenta" (Mateo 6:26). Ni una sola criatura sufrirá sin que nuestro Señor lo sepa.
Los tiempos duros nunca detendrán la provisión de nuestro Padre: "¿No son ustedes mucho más que ellas? . . . ¿No hará mucho más por vosotros?"(Mateo 6:26, 30).