NINGUN OTRO NOMBRE

Hay una ira creciente en los corazones de los hombres malvados contra el nombre de Jesús. En todo el mundo, está surgiendo un odio al rojo vivo por la Palabra de Dios. La Biblia es despreciada, ridiculizada y maldecida por los hombres impíos. Te pregunto: ¿Qué tiene el nombre de Jesús que despierta tanta rabia solo al mencionarlo? Ningún otro nombre es tan despreciado, sin embargo, no puede haber salvación en ningún otro nombre excepto el suyo. “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).

Sabemos que el nombre de Jesús siempre ha sido odiado por los hombres malos, pero ahora ese odio se ha convertido en una furia demoníaca. El nombre de Cristo está siendo borrado lenta y sutilmente de la sociedad, por los mandatos legislativos en las naciones de todo el mundo.

Recibí la noticia de una fuente muy confiable acerca de un asombroso desarrollo en el ejército de los Estados Unidos. Se está haciendo un intento de que exista una norma para que ningún capellán, católico o protestante, pueda mencionar el nombre de Jesucristo. El razonamiento detrás de esto es increíble: “Debemos tener madurez espiritual en una sociedad pluralista.” ¡Qué engaño! Piensa en ello: En primer lugar, prohibir cualquier mención del nombre de Jesús, y luego decir que es una cuestión de madurez espiritual. ¡Esto salió directamente del infierno!

¿Por qué hay tanta ira contra el Hijo de Dios? ¿Por qué los hombres malvados tiemblan cuando se menciona su nombre? Es debido a lo que representa el nombre de Cristo: liberación del pecado. Su nombre significa libertad del dominio del pecado. Significa la muerte de la vieja naturaleza caída y pecaminosa, y la entrada a la vida nueva. Significa poder para abandonar y renunciar todos los deseos malvados y los placeres.

La Palabra de Dios nos dice que la destrucción y la blasfemia ocasionada por la ira del hombre no va a durar mucho más tiempo. “Ciertamente la ira del hombre te alabará; tú reprimirás el resto de las iras.” (Salmo 76:10). ¿Cómo sucederá esto? Dicho simplemente, cuanto más intensa se vuelve la ira de los hombres, tanto más Dios derramará de su gracia. “Mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia;” (Romanos 5:20)