EL APOSENTO DE LA ORACIÓN
Jeremías profetizó que todos los pastores que se niegan a buscar a Dios en oración fallarán: " Porque los pastores se infatuaron, y no buscaron a Jehová; por tanto, no prosperaron, y todo su ganado se esparció" (Jeremías 10:21)
La escena que describe Jeremías es exactamente lo que estamos viendo hoy en día en la iglesia. Muchos pastores se han vuelto perezosos y negligentes. Ellos ven su llamado solamente como un trabajo, un salario. Se apoyan en el brazo de la carne en lugar de buscar conocer el corazón de Dios a través de la oración. Han perdido todo el poder de alimentar y mantener a las ovejas en orden, y las ovejas han sido dispersadas.
La unidad que una vez mantuvo fuerte a las iglesias está siendo destruida. Jeremías dijo de su día: “Mi tienda está destruida, y todas mis cuerdas están rotas; mis hijos me han abandonado y perecieron; no hay ya más quien levante mi tienda, ni quien cuelgue mis cortinas.” (10:20). Las cuerdas de las que él hablaba, el poder unificador de Dios que mantiene la unidad entre el pueblo, habían sido destruidas. El rebaño fue dispersado y había tal inmundicia entre el sacerdocio, que nadie se atrevía a acercarse a las cosas santas de Dios. Ningún sacerdote era digno de tocar las cortinas santas.
Quiero dirigirme a aquellos que buscan a Dios: ¿Tienes un aposento de oración? Tener un “aposento secreto” significa simplemente encerrarse a solas con Dios en cualquier lugar, en cualquier momento, dándole tiempo de calidad para buscarlo y clamar a su nombre (véase Mateo 6:6).
“Aposento de oración” también significa “hábito de oración”. ¿Tienes la práctica cotidiana de encontrarte a solas con Dios? "Práctica" significa disciplinarte para venir delante de Dios, con un corazón que dice: “Tengo que estar a solas con Dios, tengo que hablar con mi Padre hoy!”
A veces mi aposento secreto es estar solo en mi automóvil. A menudo es mi estudio en mi hogar, o en las calles de Nueva York. Hace unas semanas atrás era en una playa de Florida, donde caminé durante horas, a solas con Dios.
El tipo de oración de la que estoy hablando tiene que ver con la intimidad con Dios, de la disposición de estar a solas con él. Jesús nos advirtió acerca de la hipocresía en la oración. Él hizo una distinción dramática entre los que buscan a Dios en el aposento secreto, y los que oran para que puedan ser vistos por los demás como santos.
La escena que describe Jeremías es exactamente lo que estamos viendo hoy en día en la iglesia. Muchos pastores se han vuelto perezosos y negligentes. Ellos ven su llamado solamente como un trabajo, un salario. Se apoyan en el brazo de la carne en lugar de buscar conocer el corazón de Dios a través de la oración. Han perdido todo el poder de alimentar y mantener a las ovejas en orden, y las ovejas han sido dispersadas.
La unidad que una vez mantuvo fuerte a las iglesias está siendo destruida. Jeremías dijo de su día: “Mi tienda está destruida, y todas mis cuerdas están rotas; mis hijos me han abandonado y perecieron; no hay ya más quien levante mi tienda, ni quien cuelgue mis cortinas.” (10:20). Las cuerdas de las que él hablaba, el poder unificador de Dios que mantiene la unidad entre el pueblo, habían sido destruidas. El rebaño fue dispersado y había tal inmundicia entre el sacerdocio, que nadie se atrevía a acercarse a las cosas santas de Dios. Ningún sacerdote era digno de tocar las cortinas santas.
Quiero dirigirme a aquellos que buscan a Dios: ¿Tienes un aposento de oración? Tener un “aposento secreto” significa simplemente encerrarse a solas con Dios en cualquier lugar, en cualquier momento, dándole tiempo de calidad para buscarlo y clamar a su nombre (véase Mateo 6:6).
“Aposento de oración” también significa “hábito de oración”. ¿Tienes la práctica cotidiana de encontrarte a solas con Dios? "Práctica" significa disciplinarte para venir delante de Dios, con un corazón que dice: “Tengo que estar a solas con Dios, tengo que hablar con mi Padre hoy!”
A veces mi aposento secreto es estar solo en mi automóvil. A menudo es mi estudio en mi hogar, o en las calles de Nueva York. Hace unas semanas atrás era en una playa de Florida, donde caminé durante horas, a solas con Dios.
El tipo de oración de la que estoy hablando tiene que ver con la intimidad con Dios, de la disposición de estar a solas con él. Jesús nos advirtió acerca de la hipocresía en la oración. Él hizo una distinción dramática entre los que buscan a Dios en el aposento secreto, y los que oran para que puedan ser vistos por los demás como santos.