EL MOTIVO DE LA TENTACIÓN

La tentación es una invitación o un incentivo a cometer un acto inmoral. Ahora mismo, Satanás está con ira sobre la tierra como león rugiente tratando de devorar a los Cristianos a través de incentivos poderosos hacia la inmoralidad. Nadie está inmune, y mientras más se acerque usted a Dios, más Satanás deseará zarandearlo.

Los pecadores no pueden ser tentados – ¡sólo los verdaderos hijos de Dios pueden serlo! La lluvia no puede tocar a un cuerpo que ya está sumergido bajo el agua. Los pecadores ya están ahogados en perdición, y como hijos de Satanás hacen lo que él les manda. Ellos no tienen que ser tentados o incentivados, porque ya son inmorales – ya condenados. Como esclavos, ellos no tienen libertad para escoger. Ellos simplemente van de muertos, a dos veces muertos, y a “desarraigados”. Los pecadores pueden ser molestados por Satanás pero no tentados. Satanás molesta a sus hijos para hundirlos en pozos profundos y oscuros de inmoralidad, pero ellos ya están muertos en sus transgresiones y pecados y ya no pelean las batallas de los vivos. Es por eso que nuestro Señor nos dice que tengamos por sumo gozo cuando nos hallemos en diversas tentaciones. Estamos experimentando algo único que es sólo para los Cristianos que están madurando.

La tentación es “entrenamiento en condiciones de combate”. Es guerra “limitada” – Dios la limita hasta el punto en que sea “soportable”. Él quiere guerreros experimentados en la batalla que puedan testificar, “¡Yo estaba bajo fuego! ¡He estado en la batalla! El enemigo estaba en todos lados, disparándome, tratando de matarme, pero Dios me mostró cómo soportar la lucha y no tener miedo. Ahora tengo experiencia, así que la próxima vez no temeré.”

La tentación no es una señal de debilidad ni de inclinación hacia la mundanalidad. En lugar de eso, es una graduación, una señal de que Dios confía en nosotros. El Espíritu llevó a Jesús al campo de tentación en el desierto para que él pudiese aprender el secreto del poder que hay sobre toda tentación. En realidad, Dios le estaba diciendo a Jesús, “Hijo, te he dado el Espíritu sin medida. Te he confirmado delante del mundo. Ahora voy a permitir que Satanás lance hacia ti todas las artimañas que tenga – para que tú veas cuán impotente él es – para que tú nunca temas su dominio – para que tú sigas hacia adelante predicando acerca del Reino con la fe de que Satanás está derrotado – y que él no puede tocarte de ninguna manera.”

Esa es la razón por la que los Cristianos son tentados hoy en día. La tentación es permitida en las vidas más santas para enseñarnos las limitaciones de Satanás. Para exponer sus debilidades. Para revelar que Satanás es un espantapájaros. Tememos sólo lo que no entendemos.