TRATE CON SUS TEMORES Y CON SU INCREDULIDAD

Israel había caído en la idolatría. ¡Pero la raíz de su pecado continuaba siendo la incredulidad, lo cual resultaba en toda clase de temores! Y Dios les envió un profeta para exponer la raíz de su pecado.

El profeta les dijo en pocas palabras, “Mírense – son un grupo de miedosos, escondidos, temerosos de ponerse de pié y pelear. Ya se han acobardado. ¡Pero ustedes tienen una historia de la liberación de Dios! El dio a sus antepasados grandes victorias cuando confiaron en él. Y él ha prometido librarlos a ustedes también – ¡pero ustedes no le creen!” (Ver Jueces 6:7-10).

Muchos Cristianos están aterrorizados de que el diablo los va a destruir. Tienen temor de que cometerán un error o que volverán a su pecado, y el diablo los tendrá en sus manos. ¡Pero esa es una mentira del infierno! ¡La Biblia dice que usted no tiene que estar aterrorizado mientras camina a través de esta vida!

Cuando usted se agarra del temor, este se vuelve contagioso. ¡Todos a su alrededor empiezan a tenerlo! Cuando Gedeón juntó a su ejército, Dios le dijo que envíe a casa a todo soldado miedoso: “Quien tema y se estremezca, que madrugue y regrese a su casa…Regresaron de los del pueblo veintidós mil” (Jueces 7:3)

Dios está diciendo las mismas palabras a su iglesia hoy día. El está preguntando, “¿Por qué tienen miedo? ¿Por qué pecan al no confiar que yo traigo victoria a sus vidas? ¡Yo he prometido que derrotaré cada poder demoníaco que venga contra vosotros!”

Joás, el padre de Gedeón había edificado estatuas de Baal y de la diosa Asera con piedras grandes. Su manera de pensar era, “Baal le ha dado poder a Madián sobre nosotros, así que talvez si nosotros adoramos a su dios, él nos dará poder a nosotros”. Las personas venían desde muy lejos para adorar allí, incluyendo los Madianitas y los Moabitas; ¡era una fortaleza demoníaca poderosa en Israel!

Dios le dijo a Gedeón, “Yo no voy a liberar a Israel hasta que tú quites a este ídolo que se interpone entre nosotros. ¡Derríbalo – córtalo! Así que durante la noche Gedeón “tomó diez hombres de entre sus siervos e hizo como Jehová le dijo” (Jueces 6:27). ¡El tomó un toro y usó unas cuerdas para derribara Baal y a Asera!

Dios le está dando a su iglesia el mismo mensaje que le dio a Gedeón: “Quiero ayudarlos – pero no puedo hacerlo cuando no confían en mí. Ustedes están llenos de temores. ¡Y antes de que yo traiga liberación, tendrán que derribar esta fortaleza, este pecado que los asedia!” “Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia” (Hebreos 12:1). ¡Tenemos que derribar todas las fortalezas de miedos y de pecado!

Gedeón derribó las fortalezas demoníacas usando un toro fuerte. Pero a nosotros se nos han dado armas mucho más poderosas que las de Gedeón (ver 2 Corintios 10:4-5)

La victoria viene cuando oramos en fe. Esto no significa una oración fría y vacía, sino una oración en el Espíritu, una oración que cree en que Dios contestará: “Orad en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu” (Efesios 6:18).