ELLOS TENÍAN LA VIDA Y LA LUZ

A la iglesia de Jesucristo le falta autoridad espiritual en la sociedad porque le falta espiritualidad.

¿Por qué son tan condescendientes con los cristianos, las autoridades gubernamentales y los medios de comunicación? ¿Por qué ha perdido la iglesia todo significado y propósito a los ojos del mundo? ¿Por qué han desechado los jóvenes el cristianismo como si fuera algo totalmente irrelevante para sus vidas?

Es porque, en su mayor parte, la iglesia ya no es luz. Cristo no está gobernando en nuestra sociedad porque Él no gobierna en nuestras vidas. A medida que veo alrededor, veo muy pocos en la casa de Dios en verdadera unión con Cristo. Hay tan poca comunión con los cielos. Y pocos ministros rechazan los métodos mundanos para poder confiar en la dirección de Dios para sus vidas. Hemos perdido nuestra luz porque hemos perdido la vida de Cristo. Para que la autoridad de Dios tenga algún impacto, ésta debe ser real en vasijas rendidas y obedientes.

Considere el reino de Babilonia durante el tiempo de Nabucodonosor. Era el imperio más poderoso sobre la Tierra. Daniel profetizó que todo rey sucesor sería inferior, menos poderoso, menos influyente. ¿Por qué? Porque Nabucodonosor no era el verdadero gobernante de Babilonia. El poder detrás del imperio no estaba en la estatua de oro que él levantó. No, la autoridad de Babilonia se hallaba en las manos de un pequeño grupo de hombres llenos por Dios. El Señor había establecido un gobierno celestial secreto, gobernado por Daniel y los tres jóvenes hebreos. Estos hombres fueron los instrumentos de gobierno de Dios, porque operaban en el ámbito celestial. Rehusaban el tener algo que ver con el sistema del mundo. Por el contrario, se encerraban con Dios.

Como resultado de ello, estos hombres conocían los tiempos. Podían decirle a la gente lo que Dios iba a hacer en cualquier momento. Eran luces brillantes y resplandecientes para la nación entera, porque tenían la vida de Dios dentro de ellos.

En 2 Reyes 6, leemos sobre Siria haciéndole guerra a Israel. Durante este conflicto, el profeta Eliseo se sentó en su casa, teniendo comunión con el Señor. Este hombre era el gobierno secreto de Dios, y gobernaba con autoridad. Eliseo oía de parte de Señor y enviaba mensajes al rey de Israel, advirtiéndole sobre cada movimiento que realizaba el ejército sirio.

Cuando el rey sirio se enteró de los dañinos mensajes de Eliseo, rodeó el pueblo del profeta con un batallón de su ejército. Pero Dios cegó a los sirios y Eliseo acabó por llevarlos cautivos al campamento israelita. Eliseo tenía la luz, y conocía cada movimiento de Satanás, porque tenía la vida.