FIRMES Y CONFIADOS

“Cristo…hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza. Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, donde me tentaron vuestros padres; me probaron, y vieron mis obras cuarenta años” (Hebreos 3:6-9, la cursiva es mía).

“Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio” (3:12-14, la cursiva es mía).

Yo creo, así como también otros atalayas, que ya estamos viviendo los días que Jesús anunció. En todo el mundo, los corazones de las personas están desmayando de miedo, al ver cómo están llegando las cosas terribles sobre la tierra.

Sin embargo, en medio de toda esta ansiedad y miedo, nosotros, los que confiamos en el Señor, escuchamos Su Palabra diciéndonos: "Estén firmes y confiados hasta el final".

El hecho es que cada vez que el miedo se aumenta, Dios nos llama a tener mayor firmeza. Siempre que hay un gran terror y apostasía, Él nos llama a tener una mayor confianza. Siempre que hay tristeza y desesperación, Él nos llama a aumentar nuestro gozo y alegría.

Esa es la naturaleza de nuestro Padre celestial. Él ha hecho provisión para que Su pueblo se aferre y conserve su alegría en el más severo de los tiempos difíciles.

Sin embargo, hay una condición vinculada a esta provisión y es un gran “si”:

"Somos hechos participantes de Cristo, con tal que [si] retengamos firme hasta el fin…Cristo…la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza " (Hebreos 3:14, 6, la cursiva es mía).

¿Por qué se nos da esta palabra de advertencia? Es porque hay fuerzas poderosas obrando hoy en contra de cada creyente que retenga con firmeza una fe confiada.