LA MISERICORDIA PURA DE DIOS
Isaías tuvo una revelación del gran deleite que Dios tiene para con nosotros. Él profetizó “Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, Jacob, y Formador tuyo, Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás ni la llama arderá en ti” (Isaías 43:1-2).
Isaías no estaba hablando literalmente de una inundación o un fuego. Él estaba hablando de lo que les acontece a las personas espiritual y mentalmente. Israel estaba en la cautividad en aquellos tiempos. Su inundación eran los sufrimientos; sus fuegos eran las tentaciones; sus ríos eran sus pruebas. Estos eran todos los atentados de Satanás para destruir y abrumar al pueblo de Dios.
Las palabras de Isaías eran un mensaje de pura misericordia para Israel. Las personas estaban en la cautividad debido a sus propias estupideces y necedades. Pero Dios les envió un profeta con el corazón partido quien les dijo, “Dios quiere que les diga que ustedes le pertenecen a Él.”
Ahora mismo, puede ser que usted se encuentre en su propio río turbulento. Puede que usted se sienta abrumado por las aflicciones o tentaciones que lo amenazan con consumirlo. Usted deberá de entender por medio de estos ejemplos bíblicos que el Señor no siempre calma las aguas. Él no siempre impide que vengan los ríos ni apaga los fuegos.
Pero Él promete esto: “Yo caminaré contigo a través de todo. Esta aflicción o esta circunstancia no te destruirá. No te consumirá. Así que, sigue caminando. Saldrás al otro lado conmigo a tu lado.”