AGUA PROFUNDA

“Estoy hundido en cieno profundo,
donde no puedo hacer pie;
he llegado hasta lo profundo de las aguas
y la corriente me arrastra.”
(Salmo 69:2).

Sálvame, oh Dios,
Pues mi alma está inundándose
De necedad.
Mis pecados no están ocultos delante de ti.
Me estoy hundiendo
Sin un lugar dónde sostenerme;
Me encuentro en aguas profundas.
Ríos se desbordan frente a mí.
Yo espero a que Dios me rescate.
Mi garganta está seca
De clamar a Él.
Sollozo y escarmiento mi alma,
Me mofo de mi propia debilidad.
Escúchame rápido, Dios,
No escondas tu rostro.
Necesito un consolador:
Voltea a mí con tierna misericordia.
Líbrame de este enredo.
No permitas que naufrague.
Sálvame de esta agua profunda:
Estoy en un serio problema-
Peligro.
No permitas que la profundidad me consuma.
No permitas que el abismo tenga dominio sobre mí.
Apresúrate, oh Dios,
No te tardes;
Tú eres mi ayuda
Y libertador.