ESTORBOS PARA CRECER EN GRACIA
En Efesios 4:31, Pablo nos da una lista de las cosas que debemos de remover de nuestras vidas si es que vamos a crecer en la gracia de Cristo: “Quítese de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.”
No podemos pasar por alto estos problemas enumerados en la lista de Pablo. El apóstol dice que nosotros debemos absolutamente encarar estas cosas si vamos a crecer en gracia. Si usted ignora los problemas del corazón que Pablo menciona aquí, usted entristecerá al Espíritu Santo. Su crecimiento será atrofiado, y usted terminará siendo un zombi espiritual.
Los tres primeros ítems en la lista de Pablo – amargura, enojo e ira – son explicativos por sí mismos. La amargura es rechazo a dejar que una herida del pasado se vaya, o a perdonar una falta del pasado. Enojo es una fortaleza o resentimiento que está acoplado con una esperanza de venganza. La ira es exasperación – ya sea un ataque explosivo o una indignación que bulle lentamente hacia alguna persona. Maledicencia son palabras que destruyen – es lo opuesto de edificar a alguien o de hablar palabras de edificación; La maledicencia es maliciosa, tiene intención de herir.
Gritería es un arranque emocional sobre algo sin importancia – un alboroto sin necesidad, un gran ruido que se hace sin motivo. Causamos una gritería cuando algo insignificante lo hacemos grande, o cuando hacemos una escena en lugar de de tratar de ayudar o de sanar.
El ítem final en la lista de Pablo es la malicia. Malicia es el deseo de ver a otro persona sufrir. Para muchos Cristianos, malicia significa la esperanza de que Dios castigue a alguien que nos ha herido. Este es un espíritu diabólico, y está generalmente escondido muy profundamente en el corazón.
Cuando Pablo dice “Quítese de vosotros todas estas maldades”, él no está hablando de una solución rápida. El está describiendo un proceso – un asunto de crecimiento que toma tiempo. Muchas veces, podemos fallar en nuestro intento de despojarnos de estas maldades. Pero si nos arrepentimos rápidamente, y nos proponemos a enmendar las cosas con la persona implicada, con el tiempo estos problemas desaparecerán.
No podemos pasar por alto estos problemas enumerados en la lista de Pablo. El apóstol dice que nosotros debemos absolutamente encarar estas cosas si vamos a crecer en gracia. Si usted ignora los problemas del corazón que Pablo menciona aquí, usted entristecerá al Espíritu Santo. Su crecimiento será atrofiado, y usted terminará siendo un zombi espiritual.
Los tres primeros ítems en la lista de Pablo – amargura, enojo e ira – son explicativos por sí mismos. La amargura es rechazo a dejar que una herida del pasado se vaya, o a perdonar una falta del pasado. Enojo es una fortaleza o resentimiento que está acoplado con una esperanza de venganza. La ira es exasperación – ya sea un ataque explosivo o una indignación que bulle lentamente hacia alguna persona. Maledicencia son palabras que destruyen – es lo opuesto de edificar a alguien o de hablar palabras de edificación; La maledicencia es maliciosa, tiene intención de herir.
Gritería es un arranque emocional sobre algo sin importancia – un alboroto sin necesidad, un gran ruido que se hace sin motivo. Causamos una gritería cuando algo insignificante lo hacemos grande, o cuando hacemos una escena en lugar de de tratar de ayudar o de sanar.
El ítem final en la lista de Pablo es la malicia. Malicia es el deseo de ver a otro persona sufrir. Para muchos Cristianos, malicia significa la esperanza de que Dios castigue a alguien que nos ha herido. Este es un espíritu diabólico, y está generalmente escondido muy profundamente en el corazón.
Cuando Pablo dice “Quítese de vosotros todas estas maldades”, él no está hablando de una solución rápida. El está describiendo un proceso – un asunto de crecimiento que toma tiempo. Muchas veces, podemos fallar en nuestro intento de despojarnos de estas maldades. Pero si nos arrepentimos rápidamente, y nos proponemos a enmendar las cosas con la persona implicada, con el tiempo estos problemas desaparecerán.