RECUERDA LO QUE DIOS HA HECHO
Moisés instruyó a Israel: "No tengas temor de ellas; acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto…de las señales y milagros, y de la mano poderosa y el brazo extendido con que Jehová tu Dios te sacó; así hará Jehová tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres" (Deuteronomio 7:18-19).
¡Qué mensaje tan poderoso! Moisés hacía recordar a los israelitas: "No importa qué enemigos enfrenten, Dios les ha prometido la victoria sobre todos ellos. Liberó a sus padres de Faraón, ¡y hará lo mismo por ti ahora!".
"…que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto" (Deuteronomio 16:3). "Y acuérdate de que fuiste siervo en Egipto" (versículo 12).
El clamor de Moisés para con el pueblo fue: "¡Recuerda el pasado! Si creen que lo están pasando difícil aquí en el desierto, piensen en todos los horrores que enfrentaron en Egipto. No se olviden cómo era la vida cuando eran todos esclavos. ¡Y recuerden todo lo que Dios hizo para librarlos de todo!"
El profeta Isaías también habló la Palabra de Dios a un pueblo que estaba lleno de miedo. Éste fue un momento en el que Israel estaba convencido de que Dios lo había abandonado, pero Isaías les aseguró:
"¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno? Y ya te has olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra; y todo el día temiste continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir. ¿Pero en dónde está el furor del que aflige?" (Isaías 51:12-13).
Dios dijo por medio del profeta: "La razón por la que tienes miedo es porque has olvidado quién soy Yo. Sólo estás mirando tus problemas y ¡has olvidado que mi mano está todavía sobre ti!"
Es posible que tengas problemas para recordar los milagros de Dios en tu vida. Quizás pienses: "Mi vida ha sido una larga y difícil pesadilla. ¿Cómo puedo recordar los milagros de Dios, cuando yo no los he experimentado?"
Nuestras experiencias pueden inspirar fe, pero no deben ser el fundamento de nuestra fe. Por ello la Palabra de Dios siempre señala hacia lo que Jesús hizo. Debemos recordar Su victoria en la cruz y aferrarnos a ella por fe. Sólo Él nos da el poder para la victoria, por medio de Su Espíritu.
¡Qué mensaje tan poderoso! Moisés hacía recordar a los israelitas: "No importa qué enemigos enfrenten, Dios les ha prometido la victoria sobre todos ellos. Liberó a sus padres de Faraón, ¡y hará lo mismo por ti ahora!".
"…que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto" (Deuteronomio 16:3). "Y acuérdate de que fuiste siervo en Egipto" (versículo 12).
El clamor de Moisés para con el pueblo fue: "¡Recuerda el pasado! Si creen que lo están pasando difícil aquí en el desierto, piensen en todos los horrores que enfrentaron en Egipto. No se olviden cómo era la vida cuando eran todos esclavos. ¡Y recuerden todo lo que Dios hizo para librarlos de todo!"
El profeta Isaías también habló la Palabra de Dios a un pueblo que estaba lleno de miedo. Éste fue un momento en el que Israel estaba convencido de que Dios lo había abandonado, pero Isaías les aseguró:
"¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno? Y ya te has olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra; y todo el día temiste continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir. ¿Pero en dónde está el furor del que aflige?" (Isaías 51:12-13).
Dios dijo por medio del profeta: "La razón por la que tienes miedo es porque has olvidado quién soy Yo. Sólo estás mirando tus problemas y ¡has olvidado que mi mano está todavía sobre ti!"
Es posible que tengas problemas para recordar los milagros de Dios en tu vida. Quizás pienses: "Mi vida ha sido una larga y difícil pesadilla. ¿Cómo puedo recordar los milagros de Dios, cuando yo no los he experimentado?"
Nuestras experiencias pueden inspirar fe, pero no deben ser el fundamento de nuestra fe. Por ello la Palabra de Dios siempre señala hacia lo que Jesús hizo. Debemos recordar Su victoria en la cruz y aferrarnos a ella por fe. Sólo Él nos da el poder para la victoria, por medio de Su Espíritu.