A SALVO EN CADA SITUACIÓN
La Biblia dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2 Timoteo 1:7).
¿Será que la actual recesión se convertirá en una profunda y larga depresión? ¿Será esta la tormenta económica de la que tantos ministros y economistas han advertido? ¿O se tratará simplemente de otro ajuste breve de la economía?
Francamente, ningún ser humano en la tierra lo sabe. Los economistas dan terribles previsiones opuestas, y los llamados “profetas” están enviando todo tipo de advertencias confusas.
Hace varios años, cientos de cristianos preocupados me escribieron acerca de una profecía que decía que la mayor parte de Florida sería inundada por un maremoto. Muchos cristianos huyeron de Florida en la fecha prevista para unas llamadas “vacaciones”, sólo en caso de que la profecía fuese correcta. ¡Florida todavía está bien!
Nadie sabe cuándo, cómo o dónde Dios enviará juicio. Los tiempos y las épocas están todas en sus manos. Dios ha tratado conmigo personalmente acerca del uso de fechas, nombres o lugares, y cuando desobedezco a Dios en este asunto, termino especulando en lugar de verdaderamente profetizando. Toda verdadera profecía debe ofrecer esperanza y consuelo para el pueblo de Dios que vive por la fe.
¿Dónde vives? ¿En una zona de terremotos, tal vez cerca de una falla geológica? ¿Vives en un barrio en expansión que parece menos seguro a medida que pasan los días? ¿Ningún alimento almacenado? ¿No hay barras de oro o dinero para protegerse contra la inflación? ¿No hay nada a que recurrir si la economía colapsa? ¿Nada para vivir si pierdes tu trabajo? ¿Te sientes excluido cuando los que te rodean se jactan de sus planes para el futuro?
¡No entres en pánico! Tienes todo lo que necesitas si tan sólo crees en la promesa de protección de nuestro Señor. Todo hijo de Dios tiene un contrato blindado de supervivencia. Cuanto más leo las palabras de Jesús, más creo que Él está pidiendo que confiemos en Él como niños para mantenernos seguros en cualquier situación.
Mi consejo es quedarse quieto y dejar de escuchar las voces que hacen advertencias contrarias a la Escritura, “Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz.” (1 Corintios 14:33)
“No tendrás temor de pavor repentino, Ni de la ruina de los impíos cuando viniere, Porque Jehová será tu confianza, Y él preservará tu pie de quedar preso.” (Proverbios 3:25-26)
¿Será que la actual recesión se convertirá en una profunda y larga depresión? ¿Será esta la tormenta económica de la que tantos ministros y economistas han advertido? ¿O se tratará simplemente de otro ajuste breve de la economía?
Francamente, ningún ser humano en la tierra lo sabe. Los economistas dan terribles previsiones opuestas, y los llamados “profetas” están enviando todo tipo de advertencias confusas.
Hace varios años, cientos de cristianos preocupados me escribieron acerca de una profecía que decía que la mayor parte de Florida sería inundada por un maremoto. Muchos cristianos huyeron de Florida en la fecha prevista para unas llamadas “vacaciones”, sólo en caso de que la profecía fuese correcta. ¡Florida todavía está bien!
Nadie sabe cuándo, cómo o dónde Dios enviará juicio. Los tiempos y las épocas están todas en sus manos. Dios ha tratado conmigo personalmente acerca del uso de fechas, nombres o lugares, y cuando desobedezco a Dios en este asunto, termino especulando en lugar de verdaderamente profetizando. Toda verdadera profecía debe ofrecer esperanza y consuelo para el pueblo de Dios que vive por la fe.
¿Dónde vives? ¿En una zona de terremotos, tal vez cerca de una falla geológica? ¿Vives en un barrio en expansión que parece menos seguro a medida que pasan los días? ¿Ningún alimento almacenado? ¿No hay barras de oro o dinero para protegerse contra la inflación? ¿No hay nada a que recurrir si la economía colapsa? ¿Nada para vivir si pierdes tu trabajo? ¿Te sientes excluido cuando los que te rodean se jactan de sus planes para el futuro?
¡No entres en pánico! Tienes todo lo que necesitas si tan sólo crees en la promesa de protección de nuestro Señor. Todo hijo de Dios tiene un contrato blindado de supervivencia. Cuanto más leo las palabras de Jesús, más creo que Él está pidiendo que confiemos en Él como niños para mantenernos seguros en cualquier situación.
Mi consejo es quedarse quieto y dejar de escuchar las voces que hacen advertencias contrarias a la Escritura, “Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz.” (1 Corintios 14:33)
“No tendrás temor de pavor repentino, Ni de la ruina de los impíos cuando viniere, Porque Jehová será tu confianza, Y él preservará tu pie de quedar preso.” (Proverbios 3:25-26)