LA OBEDIENCIA ES MEJOR QUE LA BENDICIÓN

“Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros” (1 Samuel 15:22).

Está escrito: “La obediencia es mejor que el sacrificio”. Yo digo que también es mejor que la bendición. Este es el significado más profundo en la historia de Abraham al ofrecer a Isaac en el altar. Dios le dijo: “Ve y haz esto”. Él obedeció. ¿Acaso Abraham se fue del altar diciendo: “Dios cambia de opinión”? No lo creo. Dios sólo quería la obediencia. Lo acabo de experimentar el día de hoy. Dios me dijo que negocie y me dio toda la evidencia de que yo debería obtener algo en particular. Lo hice. Hice todo lo que pude en mis fuerzas para obtenerlo. ¡Pero no lo logré! ¿Ahora qué? ¿Cuestionaré a Dios? ¿Pondré en duda que Él me habló? ¿Debo pensar que Satanás me lo impidió? ¡No! Yo busqué a Dios diligentemente. Él me dijo: “Haz esto”, y yo lo hice. Descansaré en la paz de la obediencia, es mejor que la bendición. Dios le muestra solamente un lado de la moneda, la obediencia.

¡El siervo debe obedecer sin cuestionar! Eso, también, se llama fe: Cuando el amo le ordena a su siervo que vaya, él va, que venga, él viene.

“He aquí, aunque él me matare, en él esperaré” (Job 13:15).

¿Puede alguien determinar en su corazón el confiar en Dios, cuando pareciera que él está faltando a su promesa? ¿Puede un hombre seguir hablando en el lenguaje de la fe, cuando todas sus posibilidades se desvanecen en sus narices? ¡Los gigantes de le fe lo hicieron! Los hombres de gran fe enfrentaron las pruebas más feroces. Dios tiene formas particulares de desarrollar la fe, y cuanto más profundo se sumerja usted en Dios, más peculiar será su prueba. No se equivoque pensando que las aflicciones demuestran el desagrado de Dios respecto a usted. Los milagros sólo se producen cuando la situación es extrema y la solución imposible. ¿Con que usted desea ser un hijo de fe? ¡Entonces alístese para vivir una vida llena de las pruebas más peculiares!

La fe viene, cuando usted usa lo que tiene. No espere que sus obstáculos sean retirados. ¡Avance, de todas formas! La etapa más crítica para la fe es la recta final.