ENCONTRANDO LA IGLESIA CORRECTA

Hay una queja que oigo consistentemente de cristianos de todas partes del mundo: “¡No puedo encontrar una iglesia buena en ninguna parte! Necesito un lugar donde mi familia pueda ser ministrada, donde podamos oír una palabra verdadera del cielo, y donde mis niños puedan crecer conociendo la justicia verdadera. ¡Pero no he podido encontrar esa clase de iglesia!”

Si tienes problemas para encontrar una iglesia buena, te tengo buenas y malas noticias. Primero, la noticia mala: nunca encontrarás la iglesia perfecta, una iglesia recta y bendecida por Dios, hasta que comiences a buscarla en el lugar correcto.

Ahora, aquí está la buena noticia: Dios claramente nos muestra en Su Palabra donde encontrar esta iglesia santa y bendita. ¡De hecho, espero mostrarte específicamente dónde puedes ir para encontrarla!

El profeta Jeremías encontró esta iglesia “estando él aún preso en el patio de la cárcel” (Jeremías 33:1). Mientras el piadoso profeta Jeremías estaba sentado en prisión, Jerusalén, que representaba el lugar central donde se adoraba en el Antiguo Testamento, estaba en ruinas. En cierta época fue un lugar santo, lleno de la gloria de Dios, y servido por profetas santos y sacerdotes santificados.

Pero ahora Jerusalén estaba llena de enfermedad y muerte, habitada por falsos profetas y gente espiritualmente muerta. Si tú hubieses sido uno de los del remanente santo en aquel tiempo, no hubieses sido capaz de encontrar una sola casa de adoración recta, ni un pastor piadoso. Todo lo que una vez había sido santo y bendito había sido devastado.

El corazón de Jeremías se desgarró al ver esta horrible escena y se enfocó tanto en la ruina alrededor de él que perdió de vista las promesas del pacto de Dios a Su pueblo. Él pudo haber seguido en ese estado de desespero, gastando sus días pensando y hundiéndose más en la desesperanza. Él podría haber pensado: “Es inútil, Dios ha ocultado su rostro de nosotros. ¡No hay ninguna casa verdadera de adoración!”

Pero de pronto, el Señor le habló al profeta, diciendo: “¡Arrodíllate, Jeremías! Dedícate a orar a Mí. Tú crees que ya no queda nada de Mi iglesia, pero voy a mostrarte las cosas grandiosas que he planeado para mi pueblo” (Ver Jeremías 33:3).

¡Si los cristianos de hoy en día quieren encontrar la iglesia correcta, deben comenzar con oración! Nadie nunca va a encontrar la iglesia verdadera de Dios subiéndose en un autobús, tren o avión y recorriendo el mundo entero en busca de ella. Simplemente no podemos llegar a su iglesia por ningún medio de transporte moderno. ¡El único mapa confiable es nuestro cuarto secreto de oración!