PROTEGIENDO TU AFECTO POR ÉL

“Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido” (Apocalipsis 2:5).

Jesús está diciendo: "Piensa en cómo eras cuando te salvé. ¡Te regocijaste porque vine a morar en tu corazón! No podías esperar a que llegara el domingo para ir a la iglesia y pasabas todo tu tiempo libre escudriñando Mi palabra, aprendiendo sobre Mi amor por ti. Nunca consideraste la oración como una carga, porque Yo significaba todo para ti. Me amabas más que a la vida misma. Pero ahora te has alejado de todo eso. Me dedicas tan poco de su tiempo ahora, tan poca de tu atención. Te has vuelto frío hacia Mí. ¡Otra cosa cautivó tu corazón! "

Mira la seria advertencia en este versículo:“Arrepiéntete…pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido”. Durante muchos años los teólogos han tratado de suavizar esta advertencia, queriendo que signifique algo diferente. Pero no puede ser suavizada -significa exactamente lo que dice.

Jesús nos está diciendo: “Si tú dices tener el fuego de Dios, y sin embargo Yo ya no soy el deleite de tu corazón, entonces voy a quitar la luz que tienes. No importa cuántas buenas obras hagas para mí, nunca más serás Mi testigo. Simplemente, no reconoceré nada de lo que hagas, porque has perdido tu amor por mí”.

¿Es tu amor por Jesús un amor no dividido? ¿Apartas tiempo de calidad regularmente para estar con Él? ¿O has dejado que otras cosas entren en tu corazón, ocupando sus pensamientos y afectos?

Jesús te está pidiendo en este momento que te arrepientas y empieces de nuevo. Él quiere que te detengas y te des cuenta: “Espera un minuto. Veo cómo esta cosa ha entrado a mi vida y está robando mi amor exclusivo por Jesús. No puedo dejar que esto continúe por más tiempo. ¡Señor, perdóname! Enciende mi candelero de nuevo.”

Regresa a tu primer amor hoy. Pídele gracia y fortaleza a Él para comenzar otra vez a proteger tu afecto por Cristo.