DIOS ELIGIÓ SER UN PADRE PARA MÍ

"Yo he elegido quien quiero ser para ti, cómo quiero que tú me veas. Quiero que me conozcas como tu amoroso Padre Celestial”. Yo no lo elegí a Él. Más bien, éste es el rol que Él eligió ser para mí: un Padre.

¿Gobierna Dios el cielo y la tierra? ¿Es todopoderoso? ¿Es omnipotente? ¿Reina sobre las lluvias? La respuesta a todas estas preguntas, por supuesto, es: sí. Pero en este último tiempo, Dios quiere que tengamos otra revelación de Él. “Quiero ser un Padre para ti y quiero que tú seas un hijo o hija para Mí”

Durante toda su vida Jesús caminó en la tierra sabiendo quien era el Padre, conociendo Su voluntad, escuchando Su voz. Vivió cada hora bajo la luz de Su amor, nunca en confusión o duda. Por lo tanto, pudo enfrentar todo lo que el enemigo le arrojaba, cualquier problema, cualquier dificultad, porque Él sabía que Su Padre estaba con Él. Él decía, “Sé que tengo un Padre que me envió. Me eligió y me designó. Y Él está siempre conmigo. ¡Nunca estoy solo!”.

“Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y Yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”. (Juan 17:21)

Jesús estaba diciendo, “Tú dices que quieres conocerme, y eso es bueno y es lo correcto, pero ahora quiero que conozcas a Mi Padre. Quiero que lo conozcas como yo lo conocí y lo disfruté: ¡Como Padre!”

El Padre nos dice, “Yo quiero estar cerca de ti, ser tu protector, alejar todos los ataques demoniacos, suplir cada necesidad, ayudarte en todas tus pruebas. ¡Déjame ser tu Padre!”

Piensa en esto: Él te eligió entre cientos de millones de personas sobre la faz de la tierra. Más aun, Él no solo te eligió, sino que te adoptó como Su hijo. Su Espíritu hace que clames: “¡Abba! Tú eres mi Padre. Tú no sólo eres el Padre de Abraham, Pedro o Pablo, sino mío, y me has hecho coheredero con Jesús, un hermano. ¡Tú eres verdaderamente mío!”