LA COMPAÑÍA JOSÉ

José tuvo una visión que su vida sería usada poderosamente por Dios. Pero esa visión pareció ser sólo una ilusión cuando sus hermanos celosos lo vendieron como esclavo. Los siguientes años de la vida de José fueron llenos de penalidades e injusticias. Entonces, cuando parecía que José volvía a estar nuevamente de pié, lo acusaron falsamente de intento de violación y lo enviaron a la cárcel.

Pero, todo este tiempo, Dios estaba cuidando la vida de José. Y finalmente, después de años de tumulto, José terminó sirviendo en la casa de Faraón. Eventualmente, el Faraón posesionó a José como gobernante de todo Egipto.

Amados, así es como Dios trabaja; él estaba preparando a un hombre para salvar a un remanente. Ciertamente, en cada generación Dios levanta una Compañía José. Él lleva a estos devotos siervos  a través de años de pruebas y problemas, para probar y fortalecer su fe.

¿Qué significa esto? Las Escrituras dicen lo que José soportó: “Envió a un hombre delante de ellos; a José, que fue vendido como esclavo. Afligieron sus pies con grillos; en cárcel fue puesta su persona. Hasta la hora que se cumplió su palabra, el dicho de Jehová le probó” (Salmo 105:17-19).

El Señor tiene una Compañía José hoy día también. Estos son hombres y mujeres  devotos a los cuales él ha llamado y tocado. Ellos no buscan fama ni fortuna. Lo único que quieren es vivir y morir cumpliendo el llamado que Dios ha puesto en ellos. Y el Señor ha prometido que sus vidas serán usadas para su reino.

José les dijo a sus hermanos, “Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. Así pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón, y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto” (Génesis 45:7-8).

José pudo mirar hacia atrás, a todos los años de sufrimiento, y testificar, “Dios me envió por este camino. Él tenía un propósito en hacerme pasar por todas estas dificultades. Ahora veo, que todo lo que he soportado ha sido para llegar a este momento. Hermanos, el Señor me ha estado preparando para ministrarlos a ustedes. Él ha orquestado todas estas cosas, para traerlos a ustedes bajo su gracia guardadora como lo hizo conmigo.”

Qué increíble revelación para José. Pero, ¿cuál es la lección aquí para el pueblo de Dios de hoy día? Es esta: Nuestro Señor nos ha guardado en el pasado y nos guardará en los días venideros. Y, lo más importante de todo, es que él tiene un propósito eterno detrás de todo. Él lo ha guardado porque tiene un propósito para usted. Él ha preparado de antemano un trabajo divino para usted. Y sólo un creyente que ha sido probado, examinado y comprobado puede llevar ese trabajo a cabo.

Este no es tiempo para tener una fe tímida. Es un tiempo en que cada Cristiano que ha soportado grandes pruebas debe de levantarse. Nuestro Capitán nos está llamando a ponernos de pié en medio de una sociedad temerosa y actuar en “fe de poder.” Tenemos que hacer la  declaración de José: “Dios me envió delante de vosotros…para daros vida por medio de gran liberación” (Génesis 45:7).