SÓLO JESÚS DA VIDA

Dios dice esto, en serio: “La paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23).
A lo largo de Romanos 8, Pablo describe las realidades destructivas del pecado. Él dice: “Si vives según la carne, morirás. Ser impulsado por la lujuria, vivir sólo por los sentidos, conduce a la muerte. El cuerpo está muerto por causa del pecado”.
En resumen, la muerte significa no tener vida. Y sólo Jesús provee vida, declarando: “Yo soy la resurrección y la vida” (Juan 11:25).
Porque los inconversos carecen de vida, todo lo que persiguen conduce a la muerte. Esta es la razón por la que muchos recurren al alcohol y a las drogas “recreativas”. “Volar” ya no es una fiesta para ellos; más bien, es un intento de adormecer el dolor creado por el pecado, un dolor causado por un vacío verdadero.
“Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza” (Efesios 4:18–19).
¡Qué horrible condición describe Pablo! Él está diciendo: “Tales personas están tan entregadas al mundo del placer, que ya sobrepasaron los sentimientos”. En resumen, se han adormecido a cualquier sentido de Dios o de la vida. En Su misericordia, el Señor alcanza a cada alma entumecida.
Pablo contrasta la condición de los que están en el Cuerpo de Cristo: “Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente” (Efesios 4:20-23).
Pablo está dando un mensaje puntual: “Tú puedes ser resucitado. Tú puedes ser cambiado. Tú puedes entrar en una vida nueva” ¡Qué esperanza!