EN LA LUZ

Jesús nos dijo que trabajáramos cuando aún es de día. ¿Por qué? Porque la “noche viene, cuando nadie puede trabajar” (Juan 9:4).
En Apocalipsis 7, Juan describe a una multitud de pie frente al trono de Dios, una multitud tan inmensa que nadie podía contarla.
“Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero” (Apocalipsis 7:9-10).
Esta multitud representa a las personas de toda lengua y nación, vestidas con túnicas blancas y todos alabando al Señor. “Estos son los que han salido de la gran tribulación” (Apocalipsis 7:14).
Amado santo, yo creo que somos la generación a la que se refiere Apocalipsis 7. Estamos viviendo en las horas más oscuras y todo lo que está alrededor de nosotros son grandes tribulaciones. Pero la luz aún está alumbrando con gran resplandor. De hecho, ¡mientras más oscura es la noche, más fuerte es Su luz!
Así como tú te esfuerzas en oración por tus seres queridos y por un mundo cubierto de tinieblas, quiero recordarte tu propia historia. Recuerda que, en tu tiempo de tribulación alguien estaba ganando almas. Alguien estaba orando para que el perdido entre a la luz. Alguien se estaba levantando sobre la oscuridad y proclamando a Cristo. Alguien creyó que Jesús derramaría vino nuevo. ¡Y ocurrió! ¡Tú viniste a la luz! Dios sacará de las tinieblas a la luz a aquellos por los que has estado orando.