CRUZANDO LA FRONTERA
Como vemos en Rut 1, Noemí, Orfa y Rut llegaron a la frontera
entre Moab y Judá y allí se enfrentaron a una decisión. ¿Seguirían el
mover de la gracia de Dios para llegar a la plenitud de Cristo? Sus
nombres nos dan una pista: Noemí significa gracia; Orfa significa terca; y Ruth significa amiga, compañera.
Una confrontación tuvo lugar en la frontera cuando Noemí decide poner a prueba el compromiso y determinación de Orfa y Rut. Para ellas, la decisión de seguir requeriría más que solo emoción y palabras. Deberían elegir entre volver, o seguir sin ninguna promesa de recompensa y con una clara visión de los altos costos si seguían.
En vez de predicar la prosperidad, las cosas fáciles y el éxito, Noemí les presenta una imagen de sufrimiento y pobreza. No hubo promesa de bienes terrenales, sólo un caminar de fe. De hecho, ella les anima a volver a las casas de sus propias madres (Ver Rut 1: 8-9).
Tanto Orfa como Rut se mantuvieron firmes hasta este punto: “se echaron a llorar desconsoladas…le dijeron…queremos ir contigo a tu pueblo” (Rut 1:9-10). Ya sabes por el nombre de Orfa que, a pesar de su río de lágrimas, a pesar de todas sus palabras convincentes acerca de seguir, ella abandona y vuelve a su idolatría. Exteriormente, sin embargo, ella estaba quebrantada y era sensible, y parecía ser parte de este mover hacia a Dios.
Creo que Noemí pudo ver dentro del corazón de Orfa, en su lucha interior. Probablemente pensó para sí misma: “¡Pobre niña! Ella piensa que quiere la plenitud del Señor, pero todavía está cautivada por este mundo. Sería una mujer infeliz si continúa, ¡porque siempre estaría mirando hacia atrás!”
Así que Noemí dice: “Sigan su camino!" Orfa debe haber tomado una decisión en su corazón: “Voy a volver a Moab y servir a Dios, ¡a mi manera! Todavía amo a estas preciosas mujeres santas, pero tengo que seguir con mi vida. No estoy lista para renunciar a mi pasado”.
La Biblia dice: “Entonces volvieron a llorar juntas y Orfa se despidió de su suegra con un beso” (Rut 1:14). Un manuscrito original agrega la frase: “y se volvió”.
Algunos de los que están leyendo esto ahora están a punto de dar un beso de despedida a sus hermanos. Algo en sus corazones los está llamando: un círculo de amigos especiales o viejos amores. Pero como Noemí dijo acerca de Orfa: “Tu cuñada regresó a su pueblo y a sus dioses” (Rut 1:15), así mismo, ¡un ídolo tiene sus corazones: algo del pasado de lo que no se pueden liberar!
Una confrontación tuvo lugar en la frontera cuando Noemí decide poner a prueba el compromiso y determinación de Orfa y Rut. Para ellas, la decisión de seguir requeriría más que solo emoción y palabras. Deberían elegir entre volver, o seguir sin ninguna promesa de recompensa y con una clara visión de los altos costos si seguían.
En vez de predicar la prosperidad, las cosas fáciles y el éxito, Noemí les presenta una imagen de sufrimiento y pobreza. No hubo promesa de bienes terrenales, sólo un caminar de fe. De hecho, ella les anima a volver a las casas de sus propias madres (Ver Rut 1: 8-9).
Tanto Orfa como Rut se mantuvieron firmes hasta este punto: “se echaron a llorar desconsoladas…le dijeron…queremos ir contigo a tu pueblo” (Rut 1:9-10). Ya sabes por el nombre de Orfa que, a pesar de su río de lágrimas, a pesar de todas sus palabras convincentes acerca de seguir, ella abandona y vuelve a su idolatría. Exteriormente, sin embargo, ella estaba quebrantada y era sensible, y parecía ser parte de este mover hacia a Dios.
Creo que Noemí pudo ver dentro del corazón de Orfa, en su lucha interior. Probablemente pensó para sí misma: “¡Pobre niña! Ella piensa que quiere la plenitud del Señor, pero todavía está cautivada por este mundo. Sería una mujer infeliz si continúa, ¡porque siempre estaría mirando hacia atrás!”
Así que Noemí dice: “Sigan su camino!" Orfa debe haber tomado una decisión en su corazón: “Voy a volver a Moab y servir a Dios, ¡a mi manera! Todavía amo a estas preciosas mujeres santas, pero tengo que seguir con mi vida. No estoy lista para renunciar a mi pasado”.
La Biblia dice: “Entonces volvieron a llorar juntas y Orfa se despidió de su suegra con un beso” (Rut 1:14). Un manuscrito original agrega la frase: “y se volvió”.
Algunos de los que están leyendo esto ahora están a punto de dar un beso de despedida a sus hermanos. Algo en sus corazones los está llamando: un círculo de amigos especiales o viejos amores. Pero como Noemí dijo acerca de Orfa: “Tu cuñada regresó a su pueblo y a sus dioses” (Rut 1:15), así mismo, ¡un ídolo tiene sus corazones: algo del pasado de lo que no se pueden liberar!