FALSA PAZ
En la actualidad, Norteamérica está bajo el poder seductor de una mentira satánica. Aún así, antes de decir algo más, quiero que sepas que lo que tengo que decir no tiene nada que ver con política, sino con verdad espiritual. El hecho es que, los líderes de nuestra nación han dejado de lado completamente la palabra de Dios, sin mostrar respeto por la verdad bíblica. Y ahora el Señor ha permitido que un engaño caiga sobre nosotros.
La mentira demoníaca que cubre América hoy es una falsa paz. Es la idea de que podemos hacer lo que queramos sin temor a las consecuencias. Ya hemos traspasado los límites en este engaño y ahora el juicio es inevitable.
Pablo plantea este juicio divino en Romanos 1. Él habla de aquéllos que una vez tuvieron la verdad bíblica y después trataron de retener la verdad, pero sin rectitud. En pocas palabras, querían la palabra de Dios y sus deseos al mismo tiempo, así que el Señor los entregó a mentes reprobadas. Quisieron creer una mentira, así que Él envió un fuerte engaño sobre ellos.
Este es el estado de nuestra nación ahora mismo. Un presidente reciente dijo al país entero: “No cometí tal pecado”, pero después fue expuesto por cometer el mismo acto que nombró. Hoy, el ochenta por ciento de los norteamericanos hacen vista gorda al pecado y su mentira, diciendo que no tiene importancia. Como fue profetizado, la verdad se ha desplomado en las calles.
Los norteamericanos están apostando en la bolsa de valores como marineros ebrios, y están prosperando. Además, una encuesta dice que el sesenta y cinco por ciento de los estudiantes de la universidad copian en los exámenes y piensan que no hay nada malo en eso. Personas de todas las edades están tratando las leyes de Dios con indiferencia, pensando: “lo que estoy haciendo debe estar bien, porque me estoy saliendo con la mía”.
Constantemente oímos mentiras, encubrimientos y manipulaciones desde la capital de nuestra nación. Pero el fuerte engaño bajo el cual se encuentra nuestra nación no se trata simplemente del sórdido desorden en Washington, D.C. No, el poder engañoso de Satanás va más allá de esas traiciones y corrupción. Su gran mentira es un desbordamiento del infierno contra el pueblo de Dios.
Pablo advierte, “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas [mentiras]” (2 Timoteo 4:3-4).
¿Quiénes son estas masas engañadas de las que Pablo está hablando aquí? ¡Son cristianos engañados! ¡Él escribió esta carta a la iglesia de Tesalónica - a creyentes renacidos! Estas personas habían oído la enseñanza bíblica y habían conocido la verdad de Dios, pero se habían aferrado a sus deseos y ahora buscaban herejías para sentirse cómodos en sus pecados.
La mentira demoníaca que cubre América hoy es una falsa paz. Es la idea de que podemos hacer lo que queramos sin temor a las consecuencias. Ya hemos traspasado los límites en este engaño y ahora el juicio es inevitable.
Pablo plantea este juicio divino en Romanos 1. Él habla de aquéllos que una vez tuvieron la verdad bíblica y después trataron de retener la verdad, pero sin rectitud. En pocas palabras, querían la palabra de Dios y sus deseos al mismo tiempo, así que el Señor los entregó a mentes reprobadas. Quisieron creer una mentira, así que Él envió un fuerte engaño sobre ellos.
Este es el estado de nuestra nación ahora mismo. Un presidente reciente dijo al país entero: “No cometí tal pecado”, pero después fue expuesto por cometer el mismo acto que nombró. Hoy, el ochenta por ciento de los norteamericanos hacen vista gorda al pecado y su mentira, diciendo que no tiene importancia. Como fue profetizado, la verdad se ha desplomado en las calles.
Los norteamericanos están apostando en la bolsa de valores como marineros ebrios, y están prosperando. Además, una encuesta dice que el sesenta y cinco por ciento de los estudiantes de la universidad copian en los exámenes y piensan que no hay nada malo en eso. Personas de todas las edades están tratando las leyes de Dios con indiferencia, pensando: “lo que estoy haciendo debe estar bien, porque me estoy saliendo con la mía”.
Constantemente oímos mentiras, encubrimientos y manipulaciones desde la capital de nuestra nación. Pero el fuerte engaño bajo el cual se encuentra nuestra nación no se trata simplemente del sórdido desorden en Washington, D.C. No, el poder engañoso de Satanás va más allá de esas traiciones y corrupción. Su gran mentira es un desbordamiento del infierno contra el pueblo de Dios.
Pablo advierte, “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas [mentiras]” (2 Timoteo 4:3-4).
¿Quiénes son estas masas engañadas de las que Pablo está hablando aquí? ¡Son cristianos engañados! ¡Él escribió esta carta a la iglesia de Tesalónica - a creyentes renacidos! Estas personas habían oído la enseñanza bíblica y habían conocido la verdad de Dios, pero se habían aferrado a sus deseos y ahora buscaban herejías para sentirse cómodos en sus pecados.