ÉL LO QUIERE TODO

"Bienaventurados todos los que confían en él… nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor… Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él… a la mano derecha… a la mano izquierda… Vosotros tendréis cántico como de noche… y alegría de corazón" (Isaías 30:18-19,21,29). Isaías estaba diciendo: "Si tan sólo esperaran en el Señor, si clamaran a Él otra vez, y volvieran a confiar en Él, Él haría por ustedes todo lo que he dicho y aun más".

Con un pequeña palabra de Dios, el enemigo podría desmayar delante de nosotros: "Porque Asiria que hirió con vara, con la voz de Jehová será quebrantada" (Isaías 30:31). Amado, no hay problema que nuestro Padre no pueda resolver, no existe batalla que Él no pueda ganar en nuestro favor con una simple palabra de sus labios. Isaías dice "el soplo de Jehová" consumirá todo lo que se ponga en nuestro camino (Isaías 30:33).

Sin embargo, este proceso de confiar en Dios en todas las cosas no es fácil. Recientemente busqué al Señor acerca de una situación concerniente a las instalaciones de la iglesia, en la ciudad de Nueva York. Le dije a Dios: "Confío en ti respecto a esto, Padre. Te he buscado al respecto y estaré en paz respecto a ello". Así es como Él me respondió: "David, estoy sorprendido de que puedas confiar en mí respecto a tus propiedades, finanzas y otras cosas materiales. Pero, aún no confías en mí respecto a tu bienestar físico".

Había estado muy consciente de mi edad. Y había estado excesivamente preocupado por lo que le sucedería a mi familia, después de mi partida. Ahora, las palabras de convicción del Señor me golpearon como un rayo. Había puesto en sus manos, toda preocupación material, mas no las preocupaciones eternas. Me di cuenta: "Señor, tú quieres que confíe en ti con todo, ¿no es así?".

Sí, amado santo, Él lo desea todo, su salud, su familia, su futuro. Él desea que usted le confíe todos sus asuntos. Y Él quiere que usted viva en quietud, confianza y reposo. Así que, vaya a su lugar secreto y enciérrese con el Señor. Tráigale todo. Él ha prometido: "Oirás mi palabra detrás de ti, diciéndote qué camino debes seguir. Este es el camino, ahora, ¡camina en él!".

La evidencia de la fe es el descanso. La confianza trae como resultado la paz de la mente. Y la verdadera fe confía en Sus manos, todas las cosas.