PRONTA AYUDA EN MEDIO DE LA NECESIDAD

Muchos queridos cristianos me cuentan historias sobre increíbles dificultades - problemas que se apilan, desilusiones que continúan abatiéndolos. Desde el punto de vista humano, dichas dificultades parecen imposibles de resolver y mi corazón se duele con el de todos los creyentes que están experimentando fuertes pruebas.

Cada cristiano debiera estar convencido que él o ella es preciada, amada - que Dios está cerca. De hecho, entre más cerca venga el enemigo, más fielmente Dios revelará Su cercanía y más fuertemente Él agarrará la mano de su preciado hijo.

“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.” (Salmo 46:1). Aquí la raíz de la palabra tribulación es “lugar ajustado. ¿Está usted en un lugar ajustado? Lea las promesas de Dios para sacarlo de ese lugar:
  • “Jehová te escuche en el día de conflicto; el nombre del Dios de Jacob te defienda. Te envíe ayuda desde el santuario y desde Sión te sostenga.” (Salmo 20:1-2). 
  • “Me gozaré y alegraré en tu misericordia, porque has visto mi aflicción, has conocido las angustias de mi alma. No me entregaste en manos del enemigo; pusiste mis pies en lugar espacioso. Ten misericordia de mí, Jehová, porque estoy en angustia; se han consumido de tristeza mis ojos, también mi alma y mi cuerpo. (Salmo 31:7-9). 
  • ¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres! En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre; los pondrás en tu Tabernáculo a cubierto de lenguas contenciosas.(Salmo 31:19-20). 
  • “Bendito sea Jehová, porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fortificada. Decía yo en mi apuro: «Excluido soy de delante de tus ojos»; pero tú oíste la voz de mis ruegos cuando a ti clamé. Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; a los fieles guarda Jehová y retribuye con creces al que procede con soberbia. Esforzaos todos vosotros, los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón.” (Salmo 31:21-24).