DIRIGIDO POR EL ESPIRITU SANTO

El Señor tiene a un pueblo que no está confundido en medio de estos tiempos de poca claridad. Ellos están tan entregados a Jesús - tan enamorados de Él, tan separados de la maldad de esta época - que ellos saben los caminos y la obra del Espíritu Santo. Ellos saben lo que es puro y santo, y lo que es carnal e insensato.

“ Y sobre todo, la gloria del Señor, como un dosel” (Isaías4:5). En el hebreo original lo anterior se lee: “Sobre todo deberá haber una cobertura de gloria.” En esencia, esto significa, “sobre cada uno de este remanente habrá un manto, un dosel, un escondite - ¡la cobertura de la gloria de Dios!”

Recuerde que una nube de gloria cubrió el tabernáculo en el desierto: “Entonces una nube cubrió el Tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el Tabernáculo.” (Éxodo 40:34).

En Isaías 4, se nos promete que en los últimos días el Señor creará una gloria que cubrirá a Su remanente. La gloria de Dios llenará cada corazón y cubrirá cada casa, y nosotros alabaremos bajo el dosel de la gloria de Dios - la cual es la manifestación de la presencia de Jesucristo, el hijo de Dios.

"... el Hijo... que es el resplandor de su gloria” (Hebreos 1:2-3). La gloria no puede convertirse en más brillante que la manifestación misma de Cristo a usted. Aquí la palabra manifestación significa “tomar con su mano.” En otras palabras, cuando la presencia de Jesús llena un lugar, ésta es tan real, tan evidente, que sus manos espirituales pueden tocarla, sus ojos espirituales pueden verla. Dicha manifestación es tan real como el aire que usted respira.

Yo quiero ver un avivamiento donde la presencia de Jesús sea tan poderosa y gloriosa que el ”fruto” (conversiones) sean excelentes (ver Isaías 4:2) Yo quiero ver un avivamiento donde la gente traspase las puertas de la iglesia, en llanto, quebrantada ante el Señor y ellos sabrán que verdaderamente han sido cubiertos por la gloria de Dios.