CONTINUE ENAMORADO

“Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.”
(Romanos 8:38-39)

La muerte es profunda y oscura.
La vida es vanidad e irrita al espíritu.
Principalidades y potestades son inamovibles,
Cosas presentes son inciertas:
Cosas venideras son desconocidas.
Existen misterios en las alturas y profundidades
De este universo,
Sin embargo ninguno de ellos nos podrá separar
Del amor de Dios,
Que es en Cristo Jesús, Senor nuestro.
¿Quién podrá separarnos de Su amor?
¿Tribulación o aflicción?
¿Persecución o hambruna?
¿Desnudez, peligro, o espada?
¡No! Pues Dios es amor.
Su amor, sobrepasa todo entendimiento—
Unión perfecta—
Así que camine en Su amor.
Aquél que habita en el amor
Habita en Dios —
Y Dios en él.