LA MAJESTAD Y EL PODER DE DIOS

En este momento, creo que la Iglesia necesita un curso de actualización sobre la majestad y el poder de Dios, al igual que lo llevó Job. El Señor le dijo a Job, en esencia:
“¿Qué es esta oscura y desesperada charla que escucho de ti? Levántate y escúchame. Yo puse los cimientos de la tierra; Yo hice la luz y la oscuridad; Yo creé la lluvia, la nieve, el hielo y el viento; Yo les di alas a los pájaros y alimento a las bestias del campo. Yo controlo toda la naturaleza.
Dime, Job, ¿quién puede hacer tronar su voz como Yo? ¿Quién puede mirar el corazón de cada hombre y ver su condición? ¿Quién puede identificar a los arrogantes, localizarlos y luego derribarlos?” (ver Job 38).
Amado, el mismo Dios que conoce el nombre y la dirección de cada persona orgullosa también sabe tu nombre, tu dirección, tu condición. Y Él te guardará en Su corazón todos tus días, a través de toda calamidad. Aceptar esto es vivir por fe.
Si vivo por fe, no tendré temor del futuro del pueblo de Dios ni de la Iglesia en tiempos de calamidad.
“Sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).
Esta declaración de Jesús ha fortalecido la fe de las generaciones. Y está destinado a sostenernos ahora en nuestra calamidad global actual.