!DERRAMELO!

La siguiente palabra es para aquéllos que necesitan una respuesta a la oración, que necesitan ayuda en tiempo de problemas, que están dispuestos y deseosos de mover el corazón de Dios de acuerdo a su Palabra.

 

Primero, agárrese de su promesa de pacto en Salmos 46:1: “Dios es nuestro amparo y fortaleza. Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.” La frase pronto significa “siempre disponible, inmediato”. La fe debe descansar en la seguridad de que el Espíritu de Dios esta morando en la vida de usted en toda hora del día y de la noche, continuamente. Y porque Él hizo una habitación en usted, Él escucha su pensamiento y su clamor en oración. Sabemos que si nos oye, Él concederá nuestras peticiones. El Espíritu Santo moverá cielos y tierra por cualquier hijo de Dios que toma tiempo para derramar su corazón al Padre con un tiempo sin prisa en su presencia.

 

Después, lea y crea Salmos 62:5-7. Esta es la oración de David que tocó el corazón de Dios. David dijo: “En Dios solamente reposa”. No espere ayuda de otra fuente. Sólo Él debe de ser su fuente, su única esperanza y defensa. Sólo Él puede suplirle con la fortaleza para seguir avanzando hasta que venga la respuesta.

 

Cuando usted llega a ser totalmente y solamente dependiente del Señor, cuando deja de mirar al hombre para que le ayude, y confía en Dios para lo sobrenatural, nada podrá sacudirlo. Nada podrá sumergirlo en los pozos de desesperación. David declaró, “No resbalaré” (Salmo 62:6).

 

Ahora viene el corazón de todo, el secreto de la oración prevaleciente que cada santo a través de la historia ha aprendido: EL DERRAMAR EL CORAZON DELANTE DEL SEÑOR. (Salmo 62:8). Dios le oirá y responderá cuando vea que usted está dispuesto a poner a un lado toda distracción por un tiempo, clamar de corazón, derramarlo delante de Él, y confiar que Él responderá.