SUEÑOS DE DIOS by Gary Wilkerson

Génesis 37:5 nos dice: “Y soñó José un sueño”. Dios habló directamente a José en sueños y él no retrocedió, sino que permitió que los sueños despierten una ambición divina en su corazón. La palabra sueño aparece 113 veces en la Biblia, y más de 30 de esos pasajes están relacionados con José.

Génesis 37:5 continúa: “y…contó [el sueño] a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía”. Muchos de nosotros estamos avergonzados de los sueños que Dios ha puesto en nuestro corazón, y parte de esa vergüenza viene de nuestro miedo a las opiniones de los demás. Pero hasta que no hablemos nuestra ambición divina, nunca será realizada. Dar voz a nuestro sueño es en sí mismo, un paso de fe.

Durante años, mi sueño era conducir una iglesia vibrante como “The Spring Church”, pero cuando lo di a conocer podía ver la duda en los ojos de la gente. Hubiera sido fácil para mí sumirme en sus dudas, después de todo, yo solamente había pastoreado iglesias pequeñas, pero gracias a Dios, su Espíritu me animó a seguir diciendo “sí” al sueño que Él Puso en mí, y a confiar en Él para hacer que se cumpla.

No hay nada como rendirse al libertinaje para destruir un sueño dado por Dios. José pudo haber cedido ante el pecado cuando la esposa de Potifar intentó seducirlo. Pero cuando estás viviendo para Dios, haces cualquier cosa para evitar angustiarlo. La integridad de José enfureció a la esposa de Potifar, pero él estaba poniendo en alto la justicia cuando rechazó a la mujer. “¿Cómo, pues, haría yo este grande mal y pecaría contra Dios?” (Génesis 39:9).

Ha llegado el momento de que retomes el sueño que Dios te dio hace mucho tiempo. Puede que estés en un pozo, pero lo que se ve como una prueba muy larga puede ser el terreno firme de Dios para tu servicio honorable a Él. ¿Temes soñar? Pídele a Dios que reemplace tu miedo con fe. ¿Vienes de un trasfondo disfuncional? Confía en que Él te guiará a pesar de las cicatrices persistentes. ¿Tienes miedo de que has pecado por mucho tiempo? Recuerda su promesa de ir en busca de cada oveja que se ha extraviado.

Dios da la bienvenida a todos los pecadores a la vida de fe y librará a cada siervo que confía en Él de cada pozo en que caiga. Que nada estorbe el supremo llamamiento que el Señor te está haciendo. Él desea ponerte en un camino acelerado que glorifique Su nombre.